00:00
00:00
00:01
Transcription
1/0
Quiero compartir algo esta noche que he compartido con otras iglesias aquí en Argentina y también en Chile. Y ha sido algo que tiene que ver, porque a mí me gusta mucho leer la Biblia, no de a poco, sino ir siguiendo un relato por capítulo. Entonces cuando empecé a leer el libro de Mateo de vuelta, me encontré con una cosa que para mí era como lógica, pero no tan lógica hasta cuando lo entendí bien. Entonces quiero compartir algunos pensamientos solamente acerca de esto. No vamos a meternos en cada versículo, ¿sí? Para que no se asusten. Pero sí me gustaría que, si tienen tiempo después, lo puedan hacer en casa, de ver cada parte de eso. Y estudiarlo, ¿está? O por lo menos verlo. Antes de comenzar la predicación, quiero dar algunos avisos, porque ya después cantamos y nos vamos. Los matrimonios, por favor, que van a ir al retiro, tienen que acercarse a Fabián y a Marcela para dejar la seña por el lugar. Y también para aquellos que están interesados en participar, que no pueden dejar su seña, igual para que se inscriban con ellos y ellos sepan ya cuánta gente hay que ir al retiro de matrimonios, que va a ser en el mes de octubre. Los coordinadores de los grupos clientes nos juntamos el martes a las 7 y media acá en la iglesia. Coloqué arriba el Reino de Dios, pero no sé si es el título correcto. No se preocupen por los títulos. Empecé a escuchar varias veces estos temas acerca del Reino de Dios. Y se hablaba, escuchaba de repente que algunos decían, sí, el Reino de Dios es una cosa, no tenemos que hacer un kiosco, todos tenemos que ser parte del Reino de Dios. Y se hablaba más bien de la unidad de la Iglesia más que del Reino de Dios en sí. Entonces, cuando empecé a leer el libro de Mateo, empecé a descubrir algunas cosas que me dejaron mucho más claro a mí el concepto de lo que es realmente el reino de Dios y que lo que Dios estaba buscando realmente no era solamente creyentes, sino que estaba buscando discípulos. Entonces, la semana pasada se ha hecho una tremenda exposición acerca de la gracia de Dios Y era justamente para mí la clave de lo que significa ser un discípulo real. Y al final quiero mostrar un poquito la diferencia entre ser un creyente y ser un discípulo. Porque para mí hay una diferencia radical. Muchos son creyentes, pero no todos son discípulos. Y el discípulo verdadero sí es un creyente. Vamos a tratar de ver algunas de estas cosas en el camino, ¿sí? Oramos al Señor. Señor, gracias por tu palabra. Queremos darte gracias porque tú has sido fiel y eres bueno. Te damos gracias, Señor, porque nos mantienes con vida y con salud. Y rogamos por aquellos que, como ya se lo pasen por dificultades, que tu mano también pueda acariciarles Señor y hacerles ver tu presencia también Señor. Ábranos con tu Palabra, realmente ayúdanos Señor a ser hombres y mujeres que sean discípulos tuyos para alcanzar hasta el último de la tierra Señor. Partiendo desde acá, desde Córdoba, Señor y que todo este accionar sea para tu gloria y para tu honra. En el nombre de Jesús, Amén. El Reino de Dios fue afectado en tres áreas. Al principio fue afectado, hablando del reino de Dios, de todo lo que significa el contexto de Dios donde estaba, fue afectado primeramente por el enemigo de Dios. Ustedes saben, ¿cierto? Al punto que él llegó a decir, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré a los lados del norte, sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo. Ese fue el primer golpe que recibió el reino de Dios. Sí, el golpe de la criatura más linda que Dios había hecho, ¿se acuerdan, cierto?, que lo había creado con toda la hermosura. Fue el primer golpe que recibió, una primera conmoción que recibió el reino de Dios. El segundo golpe que recibió fue a través de la caída del hombre, cuando el hombre cae, ¿se acuerdan? El hombre, se le dice que no tiene que ser tal cosa, no comeréis del fruto de él, ni lo tocaréis para que no muráis, y dio a la mujer y el árbol, cierto, comió y dio también a su marido, y vemos que fue el segundo golpe que recibió el Reino de Dios. El primero fue en la esfera celestial, el segundo fue en la esfera natural. Pero ya había una conmoción. En el primer golpe que recibió el Reino de Dios, se dice en la Escritura que, junto con Lucifer, ¿cuántos ángeles cayeron? Bien, una tercera parte, es decir, un montón. Si alguien dice que esto no fue una conmoción es porque no entiende lo que significa un tercio de algo, ¿cierto? Si aquí fuéramos 100 y se levantaran 30 personas y se fueran, más de alguien notaría que se fueron 30 personas, ¿cierto? Que se fuera uno. Bueno, cuando hablamos de lo que pasó en el cielo, realmente esto fue impactante. También impactante para Dios. Yo no sé cómo fue la reacción de Dios. O sea, sí sé la reacción en cuanto a Lucifer, No sé la reacción que él tuvo cuando vio que un tercio de sus criaturas abandonaban a él. Y creo que esto no fue fácil para Dios. Ver que un tercio de su creación, que él creó con amor, que Él creó con un propósito determinado, ahora le estaban dando la espalda. Pero fue así. Luego viene la creación del hombre en la parte natural, creó todo hermoso, dice la Escritura, todo un ambiente espectacular, sabemos que entra el enemigo con todo, no logró lo que quería, Dios no le permitió levantar su trono en el cielo, ni tampoco le permitió ser semejante a Él. Entonces el enemigo busca a quien dañar y busca a la creación humana y ataca a la mujer y sabemos que la mujer da al varón el fruto y por lo tanto también hay una traición y un pecado y hay una conmoción acá que afectó lo natural. Ustedes saben cuando dice el pecado, dice la escritura que no es que se fueron, no había otros hombres tampoco hasta ese momento, ¿cierto? Pero dice que algo pasó en el ambiente natural, ¿cierto? ¿Qué pasó? Bien, la Tierra sufrió, ¿cierto? Fue maldita por causa del hombre, ¿cierto? Empezaron a haber algunas malezas y cosas que antes no habían. Cosas que empezaron a surgir tras la caída. Esa fue la segunda. La tercera fue cuando el hombre, el pueblo de Israel teniendo a Dios como Rey, se llama técnicamente el gobierno teocrático, regido por Dios, el hombre decide, en ese momento, el pueblo de Israel decide, no queremos tener a Dios como rey, sino que queremos tener un rey, ¿se acuerdan?, como todas las naciones. Dijeron, constituyanos ahora un rey que nos juzgue como tienen todas las naciones. Ese fue el tercer golpe al reino de Dios, porque hasta ese momento quien reinaba, quien gobernaba al pueblo de Israel era Jehová Dios. Él era el rey. Pero desde ese momento en adelante, desde I Samuel en adelante, el pueblo de Israel decide tener no a Dios más como su rey. sino tener a un hombre como rey. Por lo tanto, el reino de Dios pasa a manos humanos y se transforma entonces de un reino teocrático, o del reino de Dios, pasa a un reino humano. Estas tres cosas afectaron tremendamente lo que sería el propósito de Dios por alcanzar lo que Él quería. ¿Se acuerdan de lo que él quería? Al principio se le dice al hombre, fructifícate, multiplícate, etc. ¿verdad? Después en Genesis 12 vemos el propósito, para que en Abraham, en ti fueran benditas todas las familias de la tierra. Pero este propósito se empieza, no a perder el propósito, sino que el propósito empieza a quedar relegado. ¿Por qué? Porque al tener un reino humano ya no estaba puesto en las pautas celestiales, sino que estaban puestas las pautas a este nivel. Entonces el propósito ya no era de Dios al hombre, ahora el propósito era de hombre a hombre. Que el hombre supla, que el hombre dé trabajo, que el hombre haga esto, que el hombre tenga bienestar para mí, todo esto ya era a un nivel horizontal y no a un nivel vertical como fue hasta ese entonces. Cuando yo cometo el capítulo 3, en el versículo 2, me encuentro con lo siguiente, y vi siendo arrepentidos porque el reino de los cielos se ha acercado. Entonces viene la pregunta a mi corazón, ¿qué significa esto de que el reino de Dios se ha acercado? Y lo hemos leído tantas veces, yo lo he leído tantas veces, que ya se hizo común hasta saberlo de memoria, que el reino de los cielos de Dios se ha acercado. Y me doy cuenta que esto fue únicamente, la razón fue porque Dios quería que su propósito se siguiera adelante, que no se detuviera, a pesar de lo que había pasado en el cielo, a pesar de lo que había pasado en Edén y a pesar de lo que había pasado con el rechazo de Israel hacia él como el rey soberano para su pueblo. Acuérdense que tras los reyes o antes de los reyes vienen los jueces, ¿cierto? ¿Cuál fue el mensaje de los jueces? ¿Se acuerdan? ¿El mensaje de los jueces era? ¿Qué era? Bien, que el pueblo, que el pueblo de Dios siguiera una línea, ¿cierto? Entonces, ¿qué hacía? Cuando había un juez, ¿dónde estaba el pueblo de Israel? Estaba aquí arriba, ¿cierto? Bien, después que pasaba un tiempo, el pueblo empezaba de nuevo a pecar, a pecar, a pecar. El pueblo lloraba, se humillaba. ¿Qué hacía Dios? Le levantaba otro juez. ¿Qué pasaba cuando llegaban acá? El pueblo pecaba de vuelta. ¿Y qué hacía el pueblo? Lloraba, bla, bla, bla. Caía de nuevo abajo. ¿Qué hacía Dios? Levantaba otro juez. Fue un ir y venir. para tratar de seguir a Dios. Se levantan los reyes. Ustedes saben que hay reyes buenos y hay reyes malos. La mayoría de los reyes lamentablemente fueron no reyes buenos sino que fueron malos que no buscaron el propósito de Dios. Junto con los reyes se levanta otra especie. Hablemos así, perdón que lo diga así. ¿Cuál fue esa especie? Los profetas. ¿Cuál era el mensaje de los profetas? El mensaje de los profetas era a Israel mayormente, Israel arrepiéntete y conviértete, cambia tus caminos. Ese fue el mensaje continuo de los profetas. Es cierto que algunos profetas hablan de los pueblos vecinos, de los paganos, pero mayormente la profecía estaba dada para Israel que volviera a su Dios. Muchos de ellos, o algunos de ellos murieron, ¿cierto?, porque al pueblo no le gustaba escuchar estas cosas. Todo esto fue desde antes de Génesis hasta, haremos así, Malaquías. Dios buscando un pueblo que le honrase. Dios buscando un grupo de personas que le alabase y que le glorificara. ¿Lo logró? Respuesta es no. ¿Por qué sabemos que no lo logró? Porque Mateo capítulo 3 versículo 2 dice que el reino de los cielos se ha acercado y esto ocurrió bajo la persona de Jesús. Es decir, no fue posible encontrar una solución humana. Y Dios tiene que enviar a su Hijo para que venga al mundo y acerque el reino de Dios a esta tierra. Ahora empieza a tener sentido el por qué el acercamiento, por qué la encarnación de Cristo, por qué esta trinidad tuvo que en un momento decir, entrar y decir al papá, hijo, anda a la tierra y tienes que morir por la humanidad. Y el hijo se desprende, toma forma humana, como dice Filipense, ¿cierto?, y toma esta forma como la nuestra y decide vivir entre nosotros. ¿Para qué? Para hacer que el reino de Dios tenga sentido en la tierra. Ahora, sí me gustaría que buscáramos Lucas capítulo 2, versículo 25. Porque en esto que estoy tratando de decirles, pasan siglos, siglos. No es que pasaron un par de años. Dios por siglos busca gente que tenga su corazón para que cumpla un propósito. Bueno, miren lo que dice Lucas capítulo 2, 25 en adelante. Y aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Y este hombre justo y piadoso esperaba la consolación de Israel. Y el Espíritu Santo estaba sobre él y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que diese al ungido del Señor. y movido por el Espíritu vino al templo y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo para hacer por él conforme al rito de la ley él le tomó en sus brazos y bendijo a Dios diciendo y lo que dice es muy importante ahora Señor despides a tu siervo en paz entendemos esta expresión verdad en otras palabras ahora me puedo morir tranquilo me puedo morir tranquilo Conforme a tu palabra, dice, ¿por qué? ¿Por qué no puedo morir tranquilo? Porque han visto mis ojos tu salvación. Habían pasado siglos desde que Dios había dicho que Él quería que todas las familias de la tierra conocieran a Él y le glorificaran. No lo encontró en el gobierno humano, no lo encontró en los reyes de Israel y Judá, no lo encontró No encontró la respuesta que los profetas buscaban. Tiene que venir Jesús. Tiene que venir Dios mismo encarnado para cumplir el propósito. Después de muchos siglos de espera. Han visto en mis ojos tu salvación. Mira lo que dice. La cual has preparado en presencia de todos los pueblos. luz para revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. En otras palabras, Jesucristo vino para todo el mundo, para todo el pueblo o para todos los pueblos, incluyendo gentiles, es decir, no judíos, e incluyendo a los judíos con el pueblo de Israel. Se había acercado. El reino de Dios se había acercado. Por fin el mundo tenía la esperanza. Por fin el mundo respiraba ahora la gloria de Dios una vez más de vuelta en la tierra. Gloria que había estado allá en Génesis capítulo 1, capítulo 2. El Creador ahora venía a pisar la tierra. el que dice la Biblia que por él subsisten todas las cosas, venía ahora a pisar esta tierra. Y Jesús es muy interesante porque uno sigue leyendo el libro de Mateo y se encuentra en el capítulo 4 con las tentaciones que el diablo le hace. Y de aquí quiero detenerme en algo que no está ahí. Muchas veces nosotros pensamos en las tentaciones y normalmente cuando hablamos de tentaciones se nos vienen cosas como la parte sexual, como la parte económica, como la vanidad y un montón de cosas más. Pero la tentación real que el diablo hace a los hijos de Dios es apartarlos del propósito por el cual fueron llamados. y el propósito por el cual tú y yo hemos sido llamados es una, para glorificar a Dios y dos, para predicar su nombre hasta lo último de la tierra. Tentaciones de otro tipo están dentro de la iglesia y están fuera de la iglesia. Tentación de robar puede tener un cristiano como un no cristiano. Tentación de tomar a alguien que no es tu esposo o esposa está aquí y está afuera. La tentación de no cumplir el propósito de Dios solamente está en los hijos de Dios. Y esto es muy importante que lo entendamos, queridos. Porque tú y yo hemos sido salvos con un propósito. Ahora, cuando Cristo es tentado, Él es tentado para sacarlo de su propósito, ¿cierto? Para esto es tentado, nada más. No es tentado para ninguna cosa. Tú no escuchas que Jesús fue tentado para robar, tentado por una mujer, tentado... No, no escuchas estas tentaciones. Lo que escuchas es tentación para querer sacarlo del propósito por el cual Él había venido a la tierra. Una de las tentaciones que quiero mencionar está solamente ahí en capítulo 4, 8. Otra vez le llevó el diablo un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos y le dijo, todo esto te daré si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo, vete Satanás porque Cristo está, al Señor tu Dios adorarás y a Él solo servirás. Pero ¿saben qué él hace? Solamente responde a él desde si postrado me adorares. Porque lo anterior, el diablo tenía razón o no tenía razón. Tenía razón. Hasta ese momento en sus manos estaban todos los reinos del mundo y él podía darlo a quien él le placiera. Entonces cuando Jesús viene encuentra un mundo, hablemos humano, gobernado por Satanás, todos los reinos le pertenecían, él era el dueño del mundo y obviamente un mundo con muchos problemas. Y empezamos a entender capítulo 4 versículo 23. Y recorrió Jesús toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos y los sanó. Dice la Biblia que el diálogo le mostró todos los reinos del mundo, ¿cierto? Y su gloria. Ahora Jesús está mostrándonos que realmente lo que el diálogo le ofrecía no era tanta gloria. El versículo que sigue, lo que estamos leyendo, está mostrando un mundo caótico. Espiritualmente había posesiones, presencia del diablo, ocultismo. En salud había ceguera, lepra, flujo de sangre, parálisis, sordera, mudez, todo tipo de dolencias y sufrimientos, hasta problemas mentales. El gobierno, el imperio romano que permitía la esclavitud, que era corrupto y era degradado. En la familia la vemos mezclada con un mundo pagano y la religión judía de ese entonces vacía espiritualmente, llena de dogmas humanos y legalistas. En ese mundo Jesús vino. Así se encontró. No es que no lo sabía. Sí, lo sabía. Ahora la diferencia es que empezó a caminar en medio de esta gente. Entonces, cuando uno piensa en el reino de Dios y ve la gloria que hubo al principio y la comparas con esto, uno dice, sí, hay muchas diferencias, ¿cierto? Hay muchas diferencias entre la gloria que recibía Dios, la adoración de los ángeles, a lo que está pasando aquí. Hay mucha diferencia entre un Adán caminando por el huerto, colocándole nombre a los animalitos y cubriendo las plantas y el huerto, a esta gente que está con ceguera, lepla, flujo de sangre, un montón de cosas. Hay mucha diferencia cuando él gobernaba a su pueblo y cuando está el imperio romano. Entonces, cuando uno trata de entender por qué el reino de los cielos se había acercado, Una primera conclusión es Dios quiere restaurar su reino. Y no lo logró. No lo logró con su pueblo escogido. Entonces, ¿qué es lo que hace Dios? ¿Qué es lo que hace Jesús? Viene pudiendo haber cambiado todo de un solo golpe, ¿cierto? Él ahí mismo podría haber atado al diablo y evitar allá los mil años, ¿cierto? Pues no lo hace. porque él quiere siempre involucrar a su gente. Y parte con algunos. En Mateo 4 arranca con Simón, con Pedro, arranca con Jacobo y también con su hermano, Juan. Toma algunos. Después Jesús sigue andando, Mateo 12. ¿Y toma a quién? A los 12. Después uno sigue leyendo en Lucas y dice que él ya recluta a 70. Después uno se va hecho de los apóstoles y ya se habla de miles, tres mil, cinco mil creyentes. ¿Para qué? Para que su propósito se cumpla en la tierra. Es interesante que Jesús no llama a hacernos creyentes, sino que llama a hacernos discípulos. Porque creyentes somos todos. Todo ser humano cree en algo. Pero no todo ser humano cree en Cristo y es su discípulo. Cuando él empieza a reclutar a su gente, aparece el sermón del monte. Y ahora quizás toma más sentido. porque el sermón del monte es para decir este tipo de discípulos es el que yo necesito para cumplir mi propósito en la tierra. Y el sermón del monte es un sermón que apunta a todas las áreas de la vida y apunta al verdadero discipulado. No es la bajada doctrinal de algunos puntos, Es la bajada de Dios a quien realmente quiere ser un discípulo de él. Por eso que tomas cosas como pagar el precio. Bienaventurados soy cuando por mi causa os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Les dijo así que tienen que pagar un precio. El verdadero discípulo ha de pagar un precio. Les dice, tienen que estar dispuestas a las buenas obras, Mateo 5, 16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Habla del perdón, Mateo 5, 23. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y anda, reconcílate primero con tu hermano. Y entonces ven y preséntala tu ofrenda. Había que guardarse sexualmente, capítulo 5, 28, pero os digo que cualquiera que miro a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella su corazón. Habla que el discípulo debe mantener su palabra, Mateo 5, 37, pero sea vuestra hablar, sí, sí, no, no, porque lo que es más de esto de mal procede. Se habla que el discípulo debía ser humilde, Mateo capítulo 5, versículo 41, y cualquiera que te obligue a llevar cargas con una milla, ve con él dos. Se habla de adorar, adorar privadamente en cuanto a las limosnas, para que tu limosna sea en secreto y tu padre que lo ve en secreto te recompensará en público. Estoy diciendo cosas que todos sabemos. En la oración, cuando tú ores, ora a tu padre que está en secreto, y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. En cuanto al ayuno, para no mostrar a los hombres que ayuno, sino a tu padre que está en secreto, y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. Le dijo a los discípulos, che, yo busco discípulos que no se afanen, Mateo 6.33. No os afanéis por el día de mañana. Pide gente que hagan un juicio correcto. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados. Gente que tenéis que ser de bendición. Todas las cosas que queréis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Cuidarse de no sólo hacer, sino también de creer, especialmente. No todo el que me dice Señor, Señor, entraré al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, el que está en los cielos. El sermón del monte es la clave del discípulo. saber en qué parte estoy en mi relación de discipulado con Jesús. Es la bajada de Dios. ¿Para qué? Para lograr tener hombres y mujeres que estén realmente al nivel que Jesús quería. El Reino de los Cielos se ha acercado y el Reino de los Cielos se empieza a traspasar a una nueva gente llamada la Iglesia de Cristo. pasando de los judíos a la iglesia de Cristo. Por eso es que Jesús abre su corazón a sus discípulos y les dice lo que hay en él. Mateo 9.36 es el mismo versículo que Mateo 4.23. Es el mismo versículo, exactamente el mismo. Lo único que cambia es que en Mateo 4.23 dice, Y recorrió Jesús toda Galilea. Y en el capítulo 9.35 dice, Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas. Y lo hace más amplio todavía. ¿Quién lo que ve? Como ustedes ya saben, enseñando las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispesas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos, a la verdad la mies es mucha, malas obreros pocos, rogad pues al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. ¿Por qué? porque sabía que la oferta del diablo no era verdadera. Porque la gloria que el diablo le mostraba era lo superficial, pero no le estaba mostrando a la gente que estaba en ese momento en la tierra. Le mostró la fastosidad de los reinos, pero no el corazón de la gente. Y Jesús estaba más preocupado del alma de la gente que de lo fastuoso de un lugar. Entonces empieza a abrir su corazón y geográficamente le dice como el tema, el alcance era toda ciudad y toda aldea. Estaba afectando físicamente, la gente era afectada con toda enfermedad y con toda dolencia. Espiritualmente estaban desamparadas y dispersas y numéricamente era mucha gente. Me pregunté hoy día en la casa ¿Por qué hoy no hay tantos milagros como lo hubo en ese entonces con Jesús? Y vino algo a mi cabeza, que no sé si es correcto, pero para mí es correcto. No necesitamos de Dios un milagro de sanidad si Dios tiene entre su pueblo médicos que pueden bendecir a este mundo. No necesitamos un milagro de agua si tenemos gente que sabe cómo hacer pozos de agua y bendecir a este mundo como se hace en muchas partes de este planeta. Es solamente que el pueblo de Dios tiene que moverse según el corazón de Dios y donde Dios ve que hay necesidad. Entonces, la pregunta que tenemos que respondernos es si estamos dentro del propósito de Dios. No si soy cristiano, si estoy realmente dentro del propósito de Dios. ¿Cuál fue el propósito de Dios al venir a este mundo? Redimir al hombre, ¿cierto? Este pasó contigo y conmigo, ya nos redimió, ¿cierto? Ahora, ¿cuál es el propósito entonces para mí y para ti? Si nos quedamos solamente con sabernos que somos cristianos, entonces no hay propósito. Es solamente saber que algo pasó en mi vida pero no se está cumpliendo un propósito. ¿Me explico con lo que digo? Entonces esto de ser cristiano es más profundo y es más hermoso porque es el privilegio de servir al Dios vivo y verdadero. Entonces Jesús cuando habla en Mateo 35, les abre su corazón y les dice Esta obra es grande y se necesita gente. Por eso que los obreros espiritualmente eran enseñados y numéricamente eran pocos, por eso que se les dice que tienen que ahora ir y alcanzar hasta la última de la Tierra. Entonces la pregunta es si estamos alcanzando hasta lo último de la Tierra. ¿Es primero si estoy alcanzando a mi familia? ¿Es primero si estoy alcanzando a mi barrio? ¿Es primero si estoy alcanzando a mis compañeros de estudio, a mis compañeros de trabajo? Si eso se está haciendo, entonces se está cumpliendo el propósito de Cristo al hacerte un discípulo. Si no se cumple, entonces tiene solamente Jesús representantes creyentes en algunos lugares, pero no estamos cumpliendo el propósito. Entonces, cuando hablamos de que el reino de Dios se acercó, no es que Jesús vino y se paró y dijo, yo soy Jesús. No, Él vino para hacer algo claro, accionar. Y su acción fue, nazco, vivo, muero y resucito por esta humanidad. Todo acción. Todo acción. Cuando seguí leyendo Mateo, me encontré con Mateo capítulo 13. Uy, estoy casi al final, che. Mario está contento. Mateo capítulo 13. Ustedes pueden seguir leyéndolo porque es reinteresante. Pero hay un hilo que va por todo el libro. Pero en Mateo capítulo 13 hay algo que me llama mucho la atención y me llama mucho la atención porque era ejemplos claros que lo que era para Jesús el reino de los cielos o el reino de Dios. Que lo que era para Él, como Él lo veía. Y Él, para dejarlo claro, coloca un par de parábolas. Ustedes saben lo que es una parábola, ¿cierto? Es una cosa práctica que tiene un significado muy profundo espiritualmente hablando. Y miren lo que hay. Hay un par de parábolas que quiero hacer referencia. La primera. Mateo 13, 31. Otra palabra les refiero diciendo el reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo, el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. ¿Qué le quiere decir Jesús a sus discípulos? ¿Qué le está hablando? Diciéndole, para mí el reino de Dios es esto, es como un grano de mostaza que el día de mañana tiene que transformarse en qué cosa? En un árbol. Nadie, una ave no se va a posar sobre un grano, pero sí sobre un árbol. Y creo que Jesús está tratando de decir a sus discípulos que todo esto tiene que ir en crecimiento. Todo esto tiene que nacer aquí, pero tiene que ir creciendo. Y fue así. Por eso es que en el hecho de los apóstoles uno tiene miles de conversiones. Porque el reino de los cielos se había acercado y la iglesia de ese entonces estaba haciendo lo que tenía que hacer. y la gente se convertía, y la gente venía a Cristo, y la gente vendía sus propiedades, y la gente oraba, y la gente, y la gente, y la gente. Leyes Primeras de Tesaronicenses, capítulo 1, dice Pablo, no tenemos nada que hablar. Ustedes ya hablan por sí solos, avanzan ahora por toda Macedonia y toda Acaya. Iglesia Tesarónica estaba ubicada en Macedonia y Acaya, en Acaya. Todo ese sector hoy día es Grecia, Albania y la ex Yugoslavia. Todo eso hizo una sola iglesia, la Iglesia Tesarónica, cumpliendo este propósito del crecimiento. Segunda parábola que les da a entender capítulo 13, veinte y tres. Otra parábola les dijo, el reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió entre medios de harina hasta que todo fue leudado. hasta que todo fue leudado. Aquí los que han hecho pan casero saben de qué hablamos, ¿cierto? Ustedes saben que cuando uno coloca la levadura en un poco de harina, en cierta cantidad de harina, naturalmente con la levadura la cosa se expande, ¿cierto? Y no sé si alguien se ha puesto a mirar así, a ver cómo se expande la cosa. Algunos sí, capaz tienen el tiempo para hacerlo. Otros la dejan y vuelven a los minutos y ven que la cosa ya está más... se expandió. Creo que era simple lo que Jesús quería decirle a sus discípulos y a su gente. Este es para mí el reino de los cielos, dijo Jesús. Es algo que es así y que naturalmente tiene que llegar a ser así. Y le refiere esta segunda parábola. Y después le refiere dos parábolas más que fueron para mí, yo que era encantado cuando las leí. Porque entendiendo lo del reino de Dios, ahora tomaba más sentido para mí. Mateo capítulo 13, 44. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo, y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró. Ahora, ya está ahí la palabra clave, ¿cierto? Puse ahí, creo, decisión, ¿cierto?, en su hoja. Pero miren lo que hace el primer hombre, que Jesús relata en esta parábola, cuando Él dice, para mí este es el reino de los cielos. Dice, es como un hombre que encuentra, ¿cierto?, un tesoro escondido y hace algo. ¿Ven lo que hace el hombre en esta parábola? Dice que, gozoso por ello, va y hace algo importante. Vende todo lo que tiene y compra aquí el campo. Y el reino de los cielos, para mí, es tomar decisiones correctas delante de Dios. La misma parábola, con otro ejemplo, dice su mercader que busca buenas perlas. que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró. ¿Cuántas perlas encontró? Una. Y dice que por una vende todo. Este es tomar decisiones. Este es el todo o nada de Jesús. Por eso es que Él busca discípulos más que solamente creyentes. Por eso su reto a sus discípulos muchas veces, hombres de poca fe, ponen la mira en las cosas de acá y no en las cosas de allá. Entonces cuando hablamos de discipulado real, estamos hablando de alguien que entiende que su vida, que ahora el reino de Dios es él o somos nosotros. Nosotros somos parte de este reino de Dios ahora. Por lo tanto, nuestro propósito delante de Dios es hacerlo crecer, es hacerlo expander y también es tomar decisiones correctas que afecten a la gente que está a nuestro lado. Vendió todo por una sola cosa. Jesús había dicho en Mateo 28, vayan, hagan discípulos a todas las naciones y enseñen. el Señor. Acabamos de cantar una canción que en una parte dice, te amo más que a mi ser. Mientras estábamos cantando anoté esa expresión, me pregunto si es real. Te amo más que a mi ser. Hemos llegado al punto de ser discípulos de Cristo que podemos llegar a decir, te amo más que a mí. Si uno lee el Nuevo Testamento, va a encontrar un Pablo que dijo, sí, yo te amo, te amé más que a mi ser. Un Pedro que dijo, sí, te amé más que a mi ser. Un Jacobo que murió en manos de un rey injusto diciendo, te amé más que a mi ser. Entonces, queridos, ser cristiano es más que ser un creyente. Ser cristiano realmente es ser un verdadero discípulo de Cristo, porque Él pagó un precio, y ese precio fue el reino de los cielos se ha acercado. Vengo porque no hay solución. y tomo a la iglesia para que la iglesia siga haciendo y llevando este propósito adelante. En Jerusalén, en Judea y hasta lo último de la tierra. Termino con lo siguiente que encontré. Añadí algunas cosas nomás. El creyente espera panes y peces. El discípulo es un pescador. El creyente lucha por crecer. el discípulo lucha por reproducirse. El creyente se gana, el discípulo se hace. Al creyente le gusta el halago, el discípulo sabe lo que es el sacrificio vivo. El creyente murmura y reclama, el discípulo obedece y se niega a sí mismo. El creyente es yo, El discípulo es ellos. El creyente sueña con la iglesia ideal. El discípulo se entrega por lograr la iglesia real. La meta del creyente es estar en el cielo. La meta del discípulo es ganar almas para el cielo. El creyente maduro se hace discípulo. El discípulo maduro asume ministerios. Al creyente parece que se le prometió una almohada. El discípulo sabe que tiene que cargar una cruz todos los días. El creyente se cree indispensable. El discípulo muere todos los días. El creyente sigue a los hombres. El discípulo sigue solo a Cristo. El creyente es ojalá. El discípulo es M aquí. El creyente quizá predica el evangelio. El discípulo hace discípulos. Quizás hay que vender algo de nuestro corazón por la perla más preciosa. Quizás tenemos que llegar al punto de decir, Señor, quiero realmente ser un discípulo. Hasta ahora he sido un buen creyente. pero quizás hay que pasar ahora a ser un buen discípulo del Señor. Que Dios nos ayude, amén, a ti y a mí, a poder vivir esta verdad. Oramos al Señor. Padre, gracias, te doy por tu palabra. Gracias por revisar solamente algunos pasajes de ella, Señor. Te quiero alabar y pedir con todo mi corazón y con toda humildad que tú nos permitas ser discípulos tuyos, Señor. y más de una vez hemos escuchado, discipulado, pero Señor sabemos que discípulo significa nuestra vida a tus pies. Nuestra vida, Señor, dependiendo de ti constantemente. Y sabes, Señor, que hay que morir a muchas cosas para que realmente tu vida, Señor, se muestre en nuestra vida. Dios, ayúdanos a ver cómo tu reino crece aquí en la tierra, cómo, Señor, gente se convierte a ti, Como gente entiende quién eres tú, Señor, te ruego con todo mi corazón que nos hagas instrumentos de bendición para mucha gente que hoy necesita de un Salvador, de un Señor, de alguien que ofreció su vida entera por ellos también. Gracias te doy por este tiempo. En Jesús. Amén.
El reino de Dios
Identifiant du sermon | 928101235181 |
Durée | 44:31 |
Date | |
Catégorie | Service du dimanche |
Langue | espagnol |
Ajouter un commentaire
commentaires
Sans commentaires
© Droits d'auteur
2025 SermonAudio.