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como ya estamos viendo, estamos estudiando aquellos asuntos donde el impuso una distinción en las funciones entre hombre y mujer pero a la vez queda establecida una igualdad en cuanto a su valor delante de Dios. Como ya sabemos este mundo en el progresismo. Hemos estado viendo en las últimas semanas el entorno donde debe desarrollarse la crianza de los hijos, y el propósito único que se pretende es capacitar a los hijos para la madurez, y donde se les capacita y se les equipa para la madurez no es en otro lugar sino en el hogar. En el hogar capacitamos a nuestros hijos para la madurez. Las escrituras muestran claramente la función asignada a la mujer cristiana, que cuando se case debe ser esposa, madre y miembro fiel del cuerpo de Cristo. Los tres aspectos que estamos continuamente machacando. La mujer cristiana debe ser, cuando se case, esposa, madre y miembro fiel del cuerpo de Cristo. Esto es lo que nos dice el texto que estamos estudiando. Y comenzamos analizando este texto, identificando los siete Amar a tu marido. Ya sé que los jóvenes están pensando en otra cosa, están con lo que pasó ayer y con lo que pasará mañana, pero no olvidéis estos principios porque después tenéis que responder, como ya sabéis, a toda la enseñanza que aquí se nos da. La segunda que estuvimos viendo es amar tus hijos, y tiene que ser un amor que incluya en su órbita de acción todo lo que las escrituras nos dicen con respecto a la necesidad de una enseñanza bíblica, cuidadosa y consecuente, porque si no será esta enseñanza a los hijos, tendremos napoleones en casa, tendremos seres despiadados y tendremos el tiempo pasa con ellos, debe desarrollar el carácter de sus hijos para que lleguen a la madurez. El tercer punto que estuvimos viendo es que tenía que ser prudente y esto implica que debe haber una perspectiva de la vida caracterizada por tu género y tu responsabilidad desde ese papel que Dios te asigna. Debes ser prudente, debes saber cuál es tu posición. La cuarta cosa que debes mantener una disposición interior caracterizada por la complicidad íntima exclusivamente hacia tu esposo. Esta castidad o pureza significa realmente que debes ser honesta, decente, decorosa, honrada e íntegra. Estos son los principios que se establecen para la mujer cristiana. Ya sabemos que esto también es para el hombre Esto no implica en ningún caso que la madre y esposa tenga que ser la que siempre limpia, la que siempre cocina, la que siempre lava los platos, la que siempre recoge la mesa. Porque esa labor, en la casa, todos las pueden hacer. Tenemos a los hijos que todavía tienen dos manos, y dos pies, y dos ojos, y una boca, y zampan como en Herúmenos. Podrían hacer muchas cosas. O sea que todas esas cosas, los hijitos tan chiquititos como son, también las pueden hacer. Para servir adolecencia, en lo que adolecencia se le ocurra, que te deben servir tu comida, porque para eso está tu madre, que tienes que ir a comprar la comida, porque para eso está tu madre, que tienes que cocinar para ti, limpiar para ti, pagar todos tus gastos, por supuesto con acciones de internet también, darte una habitación para ti, una cama para ti, ropa limpia para ti, todo es gratis. Y a cambio te rebelas e insultas a tus padres. Es genial. Te estás equivocando por completo. Te estás equivocando por completo. Estás no solamente y muestras un desprecio hacia todo lo que tiene que ver con Dios y con su palabra. Lo cual te va a cargar muchos problemas en esta vida. Y vas a empezar teniendo problemas en tu casa y en tu iglesia. Si eres chico, y eres muy fuertote, y haces musculitos y todas estas cosas, te pones así, agarro veis. Si eres chico, te aseguro que en una verdadera iglesia Los pastores no te van a dejar que tomes a una de sus ovejas para que sea tu mujer. No te lo van a permitir. Porque eres un insensato. Porque eres un vago. Y porque eres un adicto a las cosas que ya sabes a las que eres adicto. Si en tu época de juventud no actúas según lo que se espera de ti, no pretenderás que cerremos los ojos para que arruines la vida que una cristiana, no te lo vamos a permitir, que lo sepas. Y si eres chica y admites todo esto que hemos dicho, ya me contarás como puedes aportar a tu hogar todas las responsabilidades que conlleva pero no penséis que estos temas se pasan por alto. Hoy continuamos con la enseñanza de Pablo que nos dice que el papel de la mujer cristiana, esposa, madre y miembro fiel del cuerpo de Cristo, también debe cumplir el propósito de ser buena, en el sentido de bondadosa. Y es el texto que enseñan a las jóvenes a que amen a sus maridos, amen a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, buenas, bondadosas. Esto no es esto que Pablo dice. Aquí no se está refiriendo a la cualidad que muchos suponen que posee el ser humano en cuanto a que es moralmente bueno. Toda la gente si vamos a preguntar por la calle a quien le preguntemos y le decimos tú eres bueno. Soy una excelente persona. No soy bueno, soy excelente. Todo el mundo en general se considera que es bueno. Claro, eso lo consideramos El señor le dijo a aquel hombre joven que le fue a preguntar, diciéndole, maestro bueno. Y el señor le dijo, ¿por qué miramos bueno, si solamente Dios es bueno? Entonces hay que tener en cuenta que bueno, bueno, solamente es Dios, en el sentido de auténtico. Los demás, los seres humanos, hemos caído en Adán. Hemos heredado su corrupción de manera que no hay nadie bueno en el sentido moral. No hay nadie bueno en el sentido moral. En nuestro texto tiene el significado de una persona bondadosa. que tiene diferencia hacia los demás. Es en ese sentido que lo debemos interpretar porque eso es a lo que se está refiriendo. Esta palabra en particular también tiene un amplio uso en el Nuevo Testamento. Todos sabemos que la bondad es uno de los atributos y características de Dios mismo. Dios es bondadoso. Dios es bondadoso, por lo tanto es uno de los atributos y características que también nosotros como creyentes podemos imitar. De manera que tú, como con tus hijos y con todos los que hay dentro de tu círculo de influencia, particularmente en el hogar. ¿Por qué tienes que ejercitarte en esto? Porque ya sabemos lo peculiares que son los hijos. A veces a uno les gustaría estrangularlos, pero no puedes hacerlo. Entonces tienes que ser condadosa, tienes que limitarte en el estrangulamiento que a veces te harías a uno de tus hijos. Y otras veces tienes que soportar a tu esposo. a todo el día, que tiene un carácter criticón, que se queja de todo, si llueve porque llueve, si hace sol porque hace sol, si entra porque entra, si sale porque sale, si pisas aquí porque pisas y si no pisas porque no pisas, bastante te ha caído. Si un hogar no mantiene la paz y alguno de los que forman el núcleo familiar está continuamente quejándose de todo, es imposible mantener la paz. porque siempre hay tensión, siempre hay problemas. Uno no sabe si salir, si entrar, si subir, si bajar, si hablar, si callarse, porque todo está mal. Dice el libro de Proverbios, capítulo 27 del siglo XV, gotera continua en tiempo de lluvia y la mujer rencillosa son semejantes. ¿Habéis notado lo que es una gotera? Sobre todo cuando nos vamos a dormir, nos acostamos y resulta que hay Recuerda que no debes doblegar la voluntad de tu marido actuando como un martillo que le aporrea continuamente o como una gotera que no deja de machacarlo. Asegúrate de que no eres un martillo insoportable, asegúrate. Porque esto es contrario al mandato explícito que Dios te dio y al papel que debes ejercer en tu casa. En el caso de Abigail y Naval que estuvimos viendo la semana pasada, vemos que no era un asunto de opinión y que ella tuvo que solventar una situación delicada por lo necio e insensato que era su marido. Pero esto es una excepción, y si uno es medianamente someter al marido y crujirlo por todos los medios, y las mujeres tienen bastantes armas para hacerlo, esto es lamentable. Hay mujeres que son un martillo para sus esposos, que les chantajean emocional y sexualmente. lo que tú digas. ¿Para qué nos vamos a enfrentar continuamente si cuando yo digo blanco tú dices negro, yo digo amarillo, tú azul, yo voy a salir, tú vas a entrar? Así no hay forma de aclararse. Ahora, si la mujer pretende ser un martillo para su marido, lo va a conseguir. Porque no hay marido que Poco a poco esto se hará visible y las diferencias serán notables porque tú quieres salirte con tu idea de las cosas y por tanto las impones y si no se hacen como tú dices, la guerra está servida. Así que ten en cuenta estas cosas para no traer a tu casa lo que bíblicamente no puedes hacer. Si eres cristiano, si no eres cristiano ya vemos cómo está el mundo no cristiano. Pero si tú eres cristiano sabes a quién debes servir. Si cuando algo sale como a ti te gusta Si cuando algo sale como a ti no te gusta, o tu marido no quiere hacer lo que le estás imponiendo, la respuesta no puede ser que te llenes de ira, porque entonces eso trae consecuencias. Quizá tu marido, por no provocar una situación de tensión, cederá a la presión, y entonces tú vas a entender que tú eres la que tienes que gobernar tu casa, porque tu marido es tanto de remate. Si realmente estás pensando esas cosas, te equivocas en grado superlativo. El caso es que estás pervirtiendo la enseñanza de Dios en quien dices creer. Así que tienes que analizar esta situación, porque si ocurre en tu casa, más vale que empieces a pensar si tienes un carácter cristiano y en qué situación está tu relación con Dios. Porque no puede estar bien tu relación con Dios si eres un martillo para tu marido. No puede estar bien, es imposible. Tampoco estoy diciendo que el marido siempre tiene razón y que tú, como eres la esclava de tu marido, te debes someter, o más bien, debes ser una sumisa a la voluntad de tu marido. No es esto tampoco lo que está en las escrituras. Debemos cuidarnos de irnos a los extremos, porque entonces actuamos mal en todos los sentidos. La casuística, los casos y las circunstancias son muy amplios y no debe aplicar principios. Muchas hermanas, malentendiendo el principio cristiano, más que saber cuál es su papel, se imponen a sí mismas el de ser una esclava sumisa. Pues esto no es lo que enseña la Escritura. No tienes por qué ser una sumisa. Ahora, tampoco tienes que ser la que gobierne a tu marido. Entonces, guárdate de estar entre los dos extremos. Ni una sumisa, que digas iguana, iguana, iguana, y el marido te tenga como una alfombra, ni que seas tú la que tiene a tu marido como una alfombra. hay que mantener el equilibrio según lo que nos enseñan las escrituras. De manera que si conoces algo de la escritura, sabes donde están los límites y sabes como debes actuar correctamente delante de Dios que es quien establece los límites. El que actúe de forma amable. Es evidente que significa lo opuesto a ser una mujer amargada, cortante, impaciente o irritable que por todo se pega al rebote. Entonces cuidado con el carácter, cuidado porque las madres y esposas están en un entorno en que Las cosas diarias, como el ser amable, el ser bondadoso, es algo excepcional en una generación perversa como la que vivimos. Pero nosotros debemos cultivar ese carácter bondadoso y cristiano. Y especialmente lo debemos hacer en el contexto de nuestro hogar, que es donde tenemos apóstolos y es la escuela donde todos vamos a aprender. La séptima cosa que dice el apóstol Pablo, que enseñan a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos, a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a su marido. Esto es lo séptimo que el apóstol Pablo aquí está estableciendo. Lo cual quiere decir que te tienes que someter voluntariamente, someter y ser sumisos son cosas distintas. Por ejemplo, nosotros estamos sometidos al imperio de la ley. tiene claro. Porque cuando se habla de este sometimiento en el contexto de la familia, todo el mundo dice no, porque la mujer es igual que el hombre, bla bla bla, pero hoy por qué no lo dicen de las naciones, por qué no lo dicen del Código de la entonces. Lo que aquí está diciendo el apóstol Pablo es que las mujeres deben estar sometidas, en ese aspecto que decimos de establecer un orden, voluntariamente deben estar sometidas, voluntariamente, no por la fuerza, no por imposición, sino que cuando uno se casa debe saber cuáles son los papeles que sumen. Debe estar sometida voluntariamente a su marido. Por eso dice el texto que estén de su marido. No. Ser servil es otra cosa. Tiene que estar sujeta, sabiendo cuál es la estructura de familia que Dios ha establecido. Así que aquí tenemos una nota de atención, porque cuando la Escritura se refiere a los hombres con respecto a sus responsabilidades como esposos, no encontramos ningún texto en las Escrituras que le diga a los esposos que sometan a sus esposas. No lo hay. No lo hay. no existe ese mandato. ¿Y sabéis por qué? Porque no se puede obligar a alguien a someterse de corazón en contra de su voluntad. De manera que cuando uno se casa, de corazón y por su propia voluntad, asume el papel que Dios le dio en la creación, sometiéndose voluntariamente y con buen corazón a la dirección de su esposo. Esto es lo que está aquí estableciendo el apóstol Pablo. Esto es un asunto al que la esposa se y sabiendo cómo actuar para ser su complemento, su cómplice, su amiga. No para ser su juez, su verdugo y quien le amargue la asistencia. Ni para ser su sumisa, tampoco. Esto es lo que enseña el apóstol Pablo. Y lo enseña para todas las iglesias cristianas. Claro que si alguien no es cristiano, que haga lo que le dé la gana. El día del juicio llegará. Pero para los que somos cristianos tenemos distintivos cristianos que nos hacen ser cristianos no solamente porque decimos que creemos en Dios, sino porque aplicamos su palabra en nuestras vidas. Estos son los distintivos cristianos. Yo creo lo que creo y tengo que hacer lo que tengo que hacer delante de lo que Dios en su palabra me ordena. Por eso soy cristiano. Así que en la estructura que Dios ha establecido en la creación, fijaos el orden que Dios nos da, que el apóstol Pablo enseña a las iglesias cristianas. Primera de Corintios 11.3, porque quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo. Es decir, todo hombre está sujeto y sometido a Cristo que es su cabeza. ¿Hay algún problema en esto? Si alguien dice que Cristo no es su cabeza, ahí tienen las puertas a Dios. Porque esto es una iglesia cristiana. Y sigue diciendo Pablo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. De manera que en la estructura de orden y de gobierno está Dios, está Cristo, está el hombre y está la mujer. La mujer no es cabeza de nadie, el hombre es la cabeza de la mujer. En Efesios 5.22, las mujeres están sometidas a sus propios maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo el mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarle a sus maridos en todo. ¿Somos una iglesia cristiana? Ya sabemos quién es nuestra autoridad. ¿Somos unos progresorteras? esa obediencia se somete a lo que Dios en su palabra nos enseña. Y en cuanto a las madres cristianas, esposas cristianas, también se les enseña de la misma manera cuáles son los principios que Dios estableció en la creación. Colosenses 3.18 Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos. ¿Cómo conviene en el Señor? ¿Cuál es el mandato? ¿Qué es lo que Dios ha establecido en la creación? ¿Qué es lo que ha establecido? ¿Somos cristianos o no? Dice el pastor Albert Martin, a cualquier persona que lea estos pasajes le resultará claro entender lo que el Señor está indicando para ser observado por sus criaturas. Pero si el pájaro de pronto dijera, estoy harto de tener que limitarme al aire con mis alas y con toda mi habilidad para volar, envidio al pez que está en lo profundo del río, quiero ser libre para sumergirme en el agua del río como lo hace. Pero hacer esto no significaría que el pájaro lograra su libertad, no, más bien lograría su muerte. Y lo mismo sería para el pez, que han nadado corriente arriba y corriente abajo en el río, valiéndose de sus aletas. Y cierto día, cuando da un salto en el agua, ve al pájaro en una rama de un árbol cercano y le dice, pobre de mí que soy un pez, no soy libre, estoy encerrado en este río, quiero La libertad la podemos tener y disfrutar cuando sin impedimentos podemos funcionar en la esfera para la cual Dios nos creó y como Dios nos ha creado. Creó al hombre primero, le dio la autoridad de sojuzgar toda la tierra y luego creó a la mujer del hombre para que fuese su complemento. Esta ilustración del pez y el pájaro nos sirve para que cada uno sepamos cuál es nuestra función. De manera que si no has adquirido esta disposición interior de saber cuál es tu función y cuál es tu papel en el entorno donde Dios te ha creado, debes trabajar en tu mente para despojarte de lo que el mundo de hoy te enseña y tu corazón, por las modas de pensamiento a las que estamos sometidos, te exige. Cuando te miras al espejo y puedas decir fui creada para ser una mujer libre bajo la dirección de mi marido y aceptar esta sujeción de todo corazón, entonces serás una mujer libre. Pero no lo serás si buscas una posición para la cual no fuiste creada, porque eso te va a provocar muchos problemas a ti y a todo tu entorno, porque Dios creó a cada uno para cumplir una función distinta. Ahora bien, en muchas áreas, tú y tu Y esto es totalmente cierto, en términos de tu dignidad como criatura, hecha a imagen de Dios, nos dice Genesis 1.27, a imagen de Dios los creó, varón y hembra los creó, no hay ninguna diferencia, ninguna diferencia. En términos de nuestra caída en En términos de quienes somos en Cristo, también estamos al mismo nivel. Dice el apóstol Pablo en Galatas 3.28, no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo. Igualdad. Compartimos la imagen de Dios, compartimos nuestra caída, compartimos nuestros privilegios en unión con Cristo. Sin embargo, Así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estar sujetas a sus maridos en todo. En todo. Todos nuestros privilegios en Cristo no nos igualan a Cristo. Nosotros somos cristianos, le podemos decir. Porque no somos iguales que Cristo en cuanto a todo lo que Cristo es. Por ejemplo, dice el rey Juan 13, 13. Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón, porque lo soy. Es decir, yo soy diferente a vosotros. En la estructura de la salvación hay una diferencia. En la jerarquía de la salvación hay una diferencia. Y el señor marca la diferencia en su mismo ejemplo. Y eso es lo que ocurre también en las relaciones del esposo y esposa y lo que tiene que ver con la familia. Hay una diferencia. De manera que como esposa puedes manifestar en tu manera de pensar, en tu conducta, en tus palabras, en tus actitudes y en tus costumbres, que realmente eres una mujer libre. Libre de la tendencia pecaminosa de socavar la autoridad de tu esposo y unirte a las feministas radicales o feminazis para pervertir el sentido de lo que enseñan las escrituras, porque la moda de nuestra época es así. Este es el problema que quedó incrustado en el corazón de Eva después de la caída. Este es el problema. Dios dijo que este sería uno de los resultados de la caída, que la mujer trataría de quitarle ese lugar como cabeza dada al hombre en la creación. Y ese es el papel que la mujer quiere por todos los medios adquirir. Después de la caída, Dios le dijo a la mujer, tu deseo será para tu marido, deseo de usurpar su autoridad. Y él tendrá dominio sobre ti. Es decir, que el hombre fue querido La mujer quiere ponerse por encima del varón y el varón como respuesta actúa como un despota. Resultado del pecado. Bienvenidos al mundo. Pero aquí tenemos en las escrituras los rasgos distintivos que tenemos que manifestar como cristianos. Procura demostrar Sigue diciendo el Pastor Martín. A medida que a Dios le plaza bendecir los intentos evangelizadores de nuestras iglesias con conversiones reales entre los que anteriormente fueron paganos, tendremos más y más mujeres jóvenes en la iglesia que no han tenido el ejemplo de sus madres en cuanto a ser una esposa correcta. Habrán ido a escuelas seculares desde sus primeros años y tendrán el cerebro lavado con las mentiras mortales cómo te relacionas y hablas con tu esposo, asumiendo los principios que establecen las escrituras. Mandato enseña a las mujeres jóvenes cómo tienen que amar a su esposo, a sus hijos, ser prudentes, castas. Porque el mundo en el que vivimos es opuesto a todo lo que tiene que ver con Dios y su palabra. De manera que cuando mujeres jóvenes se van integrando en la congregación hay que irles enseñando cuáles son nuestros distintivos cristianos. Si las madres jóvenes que profesan ser cristianas manifiestan falta de amor hacia sus maridos, falta de amor por sus hijos, falta de sensatez, falta de pureza, falta de dirección en el hogar, falta de bondad y falta de sometimiento, lo que van a hacer es que el mensaje de la salvación respecto a ti que dices ser cristiana y respecto al mundo. Que tú solamente dices que crees en Dios, pero vives exactamente igual que el mundo. Pues también los demonios creen. Pero creer en sí no significa nada. No significa nada. Es que tenemos que interiorizar lo que creemos y tenemos que actuar de la manera en la que Dios nos ha enseñado que tenemos que actuar de acuerdo a los principios que se establecen en las Escrituras. Se debe tener también presente que cuando Pablo dice que el propósito de todo esto que ha estado estableciendo nuestros 7 principios es para que la palabra de Dios no sea pituperada, no sea deshonrada quiere decir que cuando se actúa correctamente y de acuerdo al mandato de Dios la palabra de Dios es honrada ¿Y nosotros qué pretendemos como cristianos? ¿Honrar al Dios que nos salvó o deshonrarlo? Esta es la pregunta que cada uno se debe hacer ¿Quieres honrar a Dios? Esto es algo que todo creyente aspira no eres una mujer creyente, por lo tanto honras a Dios cuando asumes tu papel en dependencia de Dios. Por esta razón, una mala conducta de parte de las mujeres jóvenes, fácilmente conduce a que se hagan observaciones calumniosas con respecto al Evangelio. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál es la diferencia en tu forma de vida? Entre una impía y tú, ¿cuál es la diferencia? Porque si no hay ninguna diferencia, te debes cuestionar muy seriamente tu fe. Si haces lo que hace una impía, salvo ir los domingos a la iglesia, la impía se va a ver el fútbol con sus hijos. Si solamente es esa la diferencia, tienes un problema grave, gravísimo. Porque si esto es así, el evangelio no puede dar fruto. Porque nuestra mejor herramienta para evangelizar no es repartir folletos, escribir en tu testimonio. Es la mejor herramienta para evangelizar. es cuando lee Om Ramos. En las iglesias cristianas se dice mucho, yo quiero glorificar a Dios, yo quiero darle gloria a Dios. ¿Cómo le dar gloria a Dios? Obedeciéndole. Obedeciéndole. Aquí tenemos lo que debemos pensar, lo que debemos hacer y lo que debemos enseñar para glorificar el nombre de Dios. Y estos son los rasgos distintivos que nos identifican como cristianos. Sí, sí.
15- Manteniendo la bondad y la posición
Series La doctrina del ser humano
Hay unos distintivos cristianos que nos identifican como tales y que están en oposición a la moda de pensamiento de nuestra época.
Identificación del sermón | 826177235 |
Duración | 36:27 |
Fecha | |
Categoría | Servicio Dominical |
Texto de la Biblia | Tito 2:3-5 |
Idioma | español |
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