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Historias del Antiguo Testamento y la Vida del Eliseo. Estamos en segundo de Reyes, capítulo cuatro, versículo treinta y ocho. Eliseo volvió a Gilbal cuando había una gran hambre en la tierra y los hijos de los profetas estaban con él. Fue lo que dijo a su criado, pon una olla grande y haz potaje para los hijos de los profetas. Es que uno no sabe cuando come un predicador, ¿verdad? Salió uno al campo a recoger hierbas. A veces no hay ni bastante comida si no en el campo. Y hacía yo una como parramante. Y de ella llenó su falda de calabazas silvestres y volvió. Y las cortó en la olla de potaje, pues no sabía lo que era. Los estudiosos dicen que hay un árbol donde crece un estilo de calabaza, digamos. pero realmente es sólo para el uso medicinal. Si uno tiene un estómago mal, puede tomar un poco, hacerlo polvo, y ya le puede sanar. Pero si toma mucho, le revuelve el estómago y causa vómitos, y hasta tomando mucho puede causar muerte. Y no supo lo que era eso, el cocinero, y cortó eso en el potaje. y entonces ya estaban tomando demasiado de una medicina en vez de una comida regular. Pensó que eran calabazas. Volvió y las cortó en la olla del potaje y no sabía lo que era. Después, versículo 40, sirvió para que comieran los hombres, pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo, ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! no lo pudieron comer. Ese es el grito de tus hijos, ¿verdad? Mami, esto es venenoso, no quiero comer esta carne o esta verdura que usted ha hecho. Esto hay veneno en la olla, mamá. Así que se comportaron un poco como niños posiblemente, sintiendo un poco de dolor del estómago, pero en este caso menos mal porque de verdad hubiera podido causar gran enfermedad o hasta muerte. Y entonces, dice el versículo cuarenta y uno, entonces dijo, traer harina, y las parció en la olla, y dijo, da de comer la gente, y no hubo más mal en la olla. Aquí encontramos una historia sencillita de los profetas de Dios y como Dios está preparando a sus profetas para comer lo que Dios les sirve. Dice en Marcos 16, 16, 17, que uno podrá comer hasta veneno, y si está en la voluntad de Dios, Dios le va a guardar. Y así es el caso aquí. Dios le guió para echar harina allí a esa olla, y Dios hizo un milagro de sanar la comida y hacerlo potable, y así podrían comerlo y hasta sanar de lo que ya habían comido, parece. Una lección muy sencilla aquí. Dios da protección a sus siervos cuando están haciendo la voluntad de Dios. Está animándonos para ir para servirle al Señor. Y si hay veneno por allí, yo les digo la verdad, en España, en Uruguay, en partes de México, yo no tenía ninguna idea de lo que estuvieron sirviéndome. Pero, hasta ahora, Dios me guarde cuando voy a Perú, ¿verdad? Hasta ahora. No ha pasado nada, y yo tengo fe de que si voy a Perú y en las montañas agarran alguna carvaza de algún árbol por allí, Dios me va a guardar, aunque mi estómago posiblemente no lo guardaría de otra manera. Es que uno puede... ir donde Dios le manda y comer lo que Dios le de. Y si usted está haciendo la voluntad de Dios, Dios le va a guardar, Dios le va a proteger. Es una lección bien sencilla, pero muchos tienen miedo de servirle al Señor. ¿Qué voy a comer? ¿Cómo va a proveer el Señor? ¿Me voy a enfermar? Bueno, si quiere que te enfermes, te dará la gracia para aguantar la enfermedad. Algunos fueron a México con nosotros, recuerdo hace años, y los que creían que nunca se enfermarían eran los primeros para enfermarse. ¿Verdad, hermanos? Ustedes se acuerdan. Pero de hecho es que otros posiblemente un poco más sabios de no comer la fruta en el mercado abierto allí en la calle, nos enfermaron tan rápidamente. Hay que tener sentido común, pero el hecho es que Dios puede guiarnos, Dios puede protegernos, en cualquier circunstancia. Si está en las calles montesas que están por allí para ir a Hidalgo, en las montañas donde uno solo se encomienda en las manos de Dios y dice, Señor voy a morir en esta curva o en la próxima, porque seguro que voy a morir en una de estas curvas de la montaña, y ya uno regresa vivo, porque Dios protege a sus siervos en su voluntad. Hay historias de misioneros o personas que pensaron ser misioneros, pero dijeron, yo no voy a ir a ese campo misionero, me puedo enfermar. Y se pusieron cobardes y no fueron y se enfermaron, quedándose en casa. El hecho es que cuando uno está en la voluntad de Dios, nadie le puede tocar. Pero sales de la voluntad de Dios y la comida sana puede convertirse en venenosa de potaje. El hecho es que Dios le va a guardar si hace su voluntad. Una lección rápida pero muy importante. Protección del Señor. Segunda lección en los próximos versículos es la provisión del Señor. Su protección y su provisión. Versículo 42. Entonces vino un hombre de Val Salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada. Será posiblemente el tamaño de una pupusa, digamos, ¿verdad? Un pan individual, unos veinte panes, como hubiera tenido ese niño que comió sólo cinco panes para sí mismo, con un poco de pescado, ¿verdad? Allí en el desierto, pero lo presentó al Señor y el Señor lo dividió con cinco mil hombres. Aquí unos veinte panecillos, digamos veinte pupusas, lo que dos o tres de ustedes podrían comer en un solo golpe, ¿verdad? Solo uno de ustedes a veces con veinte pupusas fácilmente. Pero aquí tienen que veinte pupusas con cien hombres. Y así encontramos dos, dice allí, trajo veinte panes de cebada y un poco de trigo nuevo en su espiga Y él dijo, digamos, un poco de mallorca, un poco de lotes de maíz, digamos, si no había maíz, por lo menos algo semejante, que estaba en su espiga, que tenía un poco de maíz al lado de las pupusas que le estaba sirviendo, pero pupusas que eran realmente gorditas mexicanas, verdad, que no tenía carne adentro, solamente la harina de pan allí. Y entonces, dice allí, que el Señor dice, mira, aquí, veinte panes, para sus cien hombres. Y le van, el liceo, no quería ofender al Señor, y dice, ok, no tenemos otra cosa, dale a los cien profetas, la gente a comer. No dice que son los profetas, pero suponemos, por el contexto, que son cien profetas de Dios, hijos de los profetas. Respondió su serviente, posiblemente ese mismo Eleazar, que vamos a hablar en el próximo capítulo, hemos visto a él antes, dice, ¿Cómo pondré esto delante de cien hombres? No era un hombre de mucha fe, pero él volvió a decir, el profeta Eliseo, dan a la gente para que coman, porque así ha dicho Jehová, comerán y sobrará. Veinte pupusas no es nada. Veinte gorditas, veinte tortillas, no es nada para un hombre en una comida regular. Pero cuando Dios lo toma como los panes del niño y lo multiplica, puede ser cualquier cosa. Y aquí encontramos a Toby que lo puso delante de ellos. y comieron, y como Dios dijo que sería suficiente, y allí es el secreto, Dios dijo que sería suficiente, le sobró conforme a la palabra de Jehová. El Señor le protege y el Señor provee para usted. Si le das muy poca comida, te vas a llenar de poca comida y no desear más, y hasta le va a sobrar lo poco que usted tiene en el servicio del Señor. Si usted no está en el camino del Señor, a lo mejor come todo un pavo y todo el pan con pavo que quiera, con todas las verduras y toda la salsa encima, y ya pides tres o cuatro panes con pavo, ¿verdad?, y todavía no te llenas. Pero, cuando Dios dice, medio, un pedacito le va a bastar, ya será bastante. Parece que hizo un milagro como la viuda que se multiplicó su aceite. Parece que hizo un milagro como Jesús, pero nota, cuando Jesús hizo un milagro, no era para cien hombres, sino para cinco mil. Dios usa sus siervos para hacer muchas cosas en oración, pero vaya directo a Jesucristo. Jesucristo mismo puede ser mucho más de lo que puede ser cualquier hombre, para proveer tus necesidades y ayudarte en las cosas. Y así es que nosotros tenemos que aprender, si voy para servir al Señor, yo les digo la verdad, cuando salí de España, la renta primero era 100 dólares al mes, luego lo subieron a 250 o 300 dólares al mes, Llegué aquí de golpe en los Estados Unidos sin un penny más de sostén, y entonces la renta era $775 dólares. Todavía recuerdo el precio exacto de la renta aquí, y eso subió a $1,000 dólares al mes casi. Y yo dije, señor, yo no gano ni $2,000 dólares al mes. ¿Cómo voy a pagar una renta de $1,000 dólares al mes? y todavía comer y pagar seguros y lo demás, pero de una manera y otra, ya llego 20 años después, más corto que cuando entré aquí en California, y cada pago de renta pagado en todos los años. Muchas veces no supe cómo, pero cuando Dios quiere una cosa, estamos en su voluntad, Dios paga el boleto. Si Dios me manda a Perú, Dios va a pagar el boleto. Va a proveer comida en el camino. Y va a protegerme en el camino. Si Dios le manda a usted para ir a China, para ir a África, Dios va a darte el dinero. No se preocupe. A lo mejor serán sólo 20 pupusas que le van a dar en el camino. Pero las 20 pupusas serán suficientes para usted. El Señor va a darle satisfacción en su camino, protección en su camino. Y además de protección y provisión, ya llegamos a la lección de capítulo cinco, protección, provisión y poder. Tres cosas necesarias para servir al Señor, tener el poder del Espíritu Santo para ganar almas al Señor y guiarlos al Señor Jesús. Aquí encontramos entonces las lecciones de Naamán y el poder de Dios demostrado a través de su profeta, lo que Dios puede hacer con usted si usted se entrega en sus manos para servirle. Así varias lecciones, versículo uno, Naamán. Note como este versículo uno alaba a Naamán. Casi no puede dar bastantes palabras de alabanza de su grandeza, de su majestad. Naamán, general del ejército, del rey de Siria, no sólo general de cualquier, pero del rey de Siria, de todo el ejército. Y dice, era varón grande. delante de su Señor, delante del Rey, era un varón grande. Y lo temía, el Rey, en alta estima, tenía que repetirlo para alabarle más y más, ¿verdad? Porque por medio de Él había dado Jehová salvación a Siria. De verdad, hasta los enemigos del Señor, si el Señor les permite ganar victorias, es el Señor que lo permite. Y así es que Dios le permitió ganar grandes batallas, pero aquí no está alabando al Señor. La Biblia nos recuerda. Recuerda que es el Señor que le dio eso. Pero Él no da crédito al Señor. Él sólo mira las grandes victorias que tenía en batallas. Era este hombre valeroso. Y no sólo valeroso, pero valeroso en extremo. Mira allí. Capitán, en general, grande, autoestima, había dado salvación a Siria, valeroso, en extremo, todo grande, todo bonito, todo bueno, pero dos palabras más. ¿Cómo termina versículo uno, las dos palabras? Pero leproso. Pero leproso. ¿Qué vale todo y más si es leproso? Creo que la lección de esto se puede ver en Romanos 3, versículo 19 al 23. Romanos 3. ¿Qué quiere comunicarnos Dios aquí? Hablando de su grandeza, pero leproso. Romanos 3, 19. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre, todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, hasta los grandes. ya que por las obras de la ley ningún ser humano, ninguno, grande que sea, importante que sea, ningún ser humano será justificado delante de él porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia. Nadie puede merecer la justicia de Dios. Viene, aparte de guardar leyes y ser buena gente, justificada por la ley y por los profetas. La ley, la Biblia, dice cómo tener justicia y ser salvo. La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo. No por medio de las bondades de los hombres. Porque todos los que creen en Él, porque nota el final del versículo 22, porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Volveremos a ver versículo veinticuatro en un rato, pero nota allí que no hay diferencia. Pensamos, oh mira, él es un capitán, él es un presidente, él es un rey, y ellos se creen algo importante también. Seguro que piensan, yo soy el presidente de esta gran nación, así que yo voy a llegar al cielo por ser tan grande y tan buena gente. Pero un día cada uno de nosotros, cada rey, cada pobre, Cada persona, no hay diferencia, vamos a quedarnos desnudos delante de Dios. No va a notar quien era rey en la tierra, quien era pobre en la tierra. Cada uno nos quedaremos como mezquinos, como gusanos, delante del Dios de Dios y su Señor de señores. Así, Naamán, con toda su grandeza, Todo se borra delante de Dios. Dios sólo mira esas dos palabras. Pero, leproso, todos pecaron. No importa cuán guapo eres, cuán bueno tú puedes cantar, cuán inteligente eres, eres leproso. Todos iguales en esta tierra. Criticando unos a otros, yo soy mejor que este y el otro. Pero Santiago 2 dice que cuando uno comete un pecado es como si hubiera quebrantado toda la ley. ¡Todos iguales! ¡Todos leprosos! ¿Y qué importa ser rico si vas a morir mañana? ¿Qué importa ser inteligente si vas a dejar este mundo mañana? ¿Qué importa tener toda la fama si mañana vas a estar? en la muerte, y toda esa fama, toda esa riqueza, todo ese cerebro, no sirve de nada cuando llegamos a pararnos delante de Dios. Pero le proso. Versículo 2, de 2 Reyes 5. Y de Siria habían salido bandadas armadas que habían llevado cautiva de la tierra de Israel una muchacha, la cual servía la mujer de Naamán. Una esclava, una sierva, una niña cautivada, arrancada de su familia, arrastrada como una esclava para Siria, llorando, abandonando mamá y papá. A lo mejor miró los de Siria, matar su papá, violar su mamá. Yo no sé qué pasó, cómo la agarraron de la familia, cómo la separaron de su familia. buena razón para tener irritación y querer venganza, y estar gozoso de que su nuevo Señor ha llegado celebroso, buena razón humana para sentir vindicado después de haber sido una sierva desde niña. Pero éste no, éste no. Versículo 3. Éste dijo a su señora, Si rogase mi señora profeta que es Sansa María, ¿él lo sanaría de su letra? Muchos se reirían. ¡Una niña! ¡Una muchacha! Pero vaya que muchacha. Después de pasar eso, de ser arrastrada de su familia, maltratada parece, sólo tiene simpatía, compasión por él que le tiene esclavizado. por Naaman, el general de este ejército que destruyó su tierra de Israel en aquellos días. Aquí encontramos que es una muchacha humilde, pero miramos aquí cómo Dios puede usar una persona humilde, hasta un niño humilde, para acercar un gran general a Dios. Dios te puede usar a ti. Me puede usar a mí. Si llegamos a ser humildes como niños, sin rencor, envidia, venganza, eso es porque muchos no somos tan usados por Dios. Miramos la gente con ojos de, Él lo merece. Mira cómo me trató en el pasado. Mira a ese pobre que no tiene nada, es que merece la vida que vive. Es borracho, es mujeriego, es drogadicto. Y nos olvidamos que todos somos leprosos delante de Dios, todos bajo pecado, todos iguales delante de Dios. Este muchacho parece humilde que aprendió la lección. Hizo lo sabio, a lo mejor el general no lo hubiera escuchado a ella directo y habló a la señora del general. Es que si hay una persona en toda la tierra a quien un hombre va a escuchar, es su esposa. Así que habla con la esposa y dice, mira, hay un profeta en Israel. Y entonces Dios va a usar a esta muchacha para guiarle a la verdad. Yo no sé cuántas veces he visto Dios usar una niña que dice, papi, es que te amo. Nunca vas a la iglesia y fumas tanto los cigarros. Papi, no quiero que mueras de fumar tanto y quiero ver que en el cielo no puede venir la iglesia con nosotros. El corazón de papá que pudo debatir con generales y podría luchar en guerra se quiebra. por la voz de una niña. Si nosotros fuéramos con esa actitud de niños humildes, a lo mejor ganaríamos mucha más gente al Señor Jesucristo por acertarnos de ellos como niños en Cristo, como humildes. Pero aquí entonces, entrando en Amán, versículo 4, a su Señor, al Rey, relató diciendo, mira, es sólo una niña, Pero así se ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel. Y le dijo al rey de Siria, Anda, ve, cosa rara, tiene que ser de Dios para creer la voz de una muchacha, de una niña. Normalmente un rey no va a escuchar nada. Si yo escribo, les aseguro, si yo escribo al gobernador de California, al presidente de los Estados Unidos esta noche, para decir, usted no debe pecar, usted debe creer en el Señor Jesucristo, ellos no van a ni ver mi carta, ni leer mi carta, si Dios, por algún milagro, les hace llegar la carta y les hace pensar la cosa. Porque ya han escuchado de muchos pastores y muchos cristianos diciéndoles que creen en el Señor Jesucristo y estarán a salvo, y no han querido escuchar a ninguno. Pero cuando Dios quiere hacer una cosa, Dios puede usar hasta tu testimonio y mi testimonio para llegar a las alturas más grandes en esta tierra. Y le digo al rey de Siria, ve, ve, anda, ve. Yo enviaré cartas al rey de Siria. Salió pues él de Israel, le enviaré cartas al rey de Israel. Salió pues él llevando consigo diez talentos de plata, mucho dinero, y seis mil piezas de oro, bastante dinero, y diez mudas de vestidos nuevos allí. Así, nota aquí que el mundo quiere comprar el favor de Dios. ¿Cuántos de nosotros, ay, si voy a la iglesia? Hay muchos que vienen a la iglesia, la mayoría de nosotros. Hemos venido aquí cuando tenemos problemas, dificultades en la familia, con finanzas, con salud, lo que sea. A ver si voy a la iglesia y los hermanos oran por mí. Pero hay muchos que vienen pensando, si doy una ofrenda, si voy a la iglesia un par de veces, voy a impresionar a Dios y a ver si Dios me hace un favor de darme paz y tranquilidad. Pensamos que vamos a comprar el favor de Dios, impresionar a Dios con nuestra asistencia, con nuestras ofrendas o con lo que sea. Tomó también cartas para el rey de Israel que decían, cuando lleguen a ti estas cartas, versículo 6, sabe por ellas que yo envío a ti mi sierva Namán para que le sane de su lepra. Y el rey de Israel leyó las cartas y rascó sus vestidos. Dijo, ¿soy yo Dios que mate de vida para que él se envíe a mí que sane un hombre de lepra? Considerado ahora, Y ve como busca ocasión contra mí cuando digo que no le puedo sanar a este señor, ya quiere entrar en una guerra conmigo. El hecho es que si tú tienes un problema que realmente es serio, el mundo no le puede ayudar. El mundo le va a malentender, sólo va a fastidiarse. Si crees que los políticos van a resolver tus problemas, Ya has visto los problemas resueltos en tu vida en los últimos años, que vino un político diciendo, yo voy a resolver en un año todos los problemas de los Estados Unidos, ya todos sus problemas están resueltos, que este mes más perdieron su casa que en cualquier mes en los últimos años, ¿verdad? Más gente está en desempleo ahora que nunca. El hecho es que esas son cosas humanas, pero cuando vienen cosas más serias, Si no pueden resolver los problemas típicos del mundo, del trabajo, de esto, ¿cómo van a resolver problemas de salud? Y si no pueden resolver problemas de salud como curar la lepra, ¿cómo van a darte una entrada al cielo y resolver problemas de tu pecado? El presidente de los Estados Unidos va a ayudarte en no ser borracho y drogadicto, ¿El que es gobernador de California va a ayudarte a quitar toda tu adicción a las drogas? No, lo que hace es, acaba de firmar que marijuana es una buena cosa y debe tomar más drogas, no menos, ¿verdad? Y si ellos no pueden ayudar con las cosas típicas, ¿cómo van a ayudar con necesidades espirituales? ¿Tú vas a decir al Presidente, perdóname mis pecados, dame la llave de entrada al cielo? cambia mi vida, dame felicidad, dame gozo, dame bienestar, dame vida eterna. Los políticos, los médicos, los humanos, los pastores, los psiquiatras, ningún hombre en la tierra te puede ayudar en ciertas cosas. Hay cosas que sólo Dios puede resolver tus problemas. Cosas como la lepra. Cosas como problemas en tu familia. Cosas como tu propia depresión. Cosas como ir al cielo. Como vivir felizmente siempre. Como tener todo pecado perdonado. Como vivir una vida estata. Sólo Dios salva. Sólo Cristo salva. Aquí encontramos entonces versículo 8. Cuando Eliseo, el varón de Dios, oyó que el rey de Israel había rascado sus vestidos, envió a decir al rey, ¿Por qué has rascado tus vestidos? ¡Ven ahora a mí! dice Eliseo, y todos juntos al final del versículo 8, si lo tiene, y sabrá que hay profeta en Israel. Otra vez, y sabrá que hay profeta en Israel. Yo me pregunto a veces, Si la gente en Antioquia y Peace Corps sabe que hay un profeta en Antioquia y Peace Corps, que hay una iglesia que les puede apuntar a Dios, que les puede sanar, que hay una iglesia que puede decirles la verdad de cómo ser salvos y llegar al cielo, yo me pregunto si cuántos latinos en Peace Corps, Brentwood, Antioquia, conocen de esta iglesia. y conocen el mensaje de esta iglesia que hay profeta en Israel, en Antioquia. Yo me pregunto si voy a tu barrio, si yo pregunto a tus vecinos, yo les pregunto, ¿Hay un cristiano en tu barrio? ¿Hay uno que sabe cómo llegar al cielo en tu barrio? Si ellos van a decir, oh sí, en esta casa, Yo les veo como muy cristianos. Ellos me han dado invitaciones a la iglesia. Yo lo he rechazado, pero yo sé que hay un profeta en este barrio. Hay uno que sabe la verdad de Jesucristo. Tú has dado tratados en tu vecindario, en todo tu cuadra, por lo menos para que sepan que hay profetas en Israel. ¿Has hecho conocer que hay una iglesia que predica a Cristo en antio? En inglés, con heritage, y aquí en español. ¡Si pregunta la gente! ¿Hay una iglesia? Porque nosotros estamos extendiéndonos, testificando, dando tratados. ¿Sabe este pueblo que hay una iglesia en la calle 6 o hay una iglesia en Highland Ranch Road con los americanos? Hermanos, si no, vergüenza para nosotros. si no han visto las oraciones de cristianos contestados, si no han visto, no han oído el mensaje de salvación o por lo menos no han recibido una invitación o un folleto o algo para saber que hay cristianos cerca de ellos. Muchas veces sólo tu vida, como la hermana Leticia estaba diciendo, habla a la gente con tu sonrisa y el gozo del Señor, y dice, ¿qué hay diferente de ti? A veces Estamos en la tienda y alguna persona, porque tengo una tienda al final de la calle donde vivimos, y a veces alguna señora, dos o tres veces ya, ¿verdad?, nos ha parado diciendo, ustedes, porque siempre casi vamos a la tienda juntos. Y entonces dice, ustedes es la pareja que siempre camina por la cuadra, ¿verdad?, agarrado de manos cada día, porque dos, tres, a veces, cuatro veces al día caminamos, ¿verdad? Y entonces dice, sabe, eso me impresiona. Ustedes serán cristianos, ¿verdad? El hecho es que los vecinos saben que ustedes son una familia cristiana, una familia peleadora como todas las familias. Y no hay ninguna diferencia entre ustedes y los vecinos. ¿Saben que hay profeta en Israel que les puede apuntar a la verdad de Jesucristo? Vino Nahomán con sus caballos y con su carro y separó en versículo nueve las puertas de la casa de Eliseo cuando les invitó. Entonces, Eliseo, y aquí es la primera cosa que vemos, el siguiente punto, si uno va a ir a Dios, hay que ir con humildad. Aquí encontramos como tres o cuatro maneras que Dios va a guiar a Eliseo para probar la humildad de Nahomán. Primera cosa, Eliseo le envió un mensajero. ¿Cómo? Es que yo soy el general de Siria, ¿verdad? Y tú no puedes venir y hablar conmigo. Tú, el profeta de Dios, yo no quiero un mensajero. Yo quiero el profeta de Dios. Pero Eliseo quiere probar su humildad y envía un mensajero. Puedes tú escuchar la Palabra de Dios, no sólo del pastor bien entrenado para predicar, sino de cualquier mensajero que viene para predicar la Palabra de Dios. Eres bastante humilde para aceptar la Palabra de Dios de quien lo predique. Si viene un niño como la niña aquí, o si viene un mensajero o un siervo de liceo, tú dices, mira, aunque es una niña, aunque es un siervo, es la voz de Dios, Dios me está, puede ser bastante humilde, primera prueba de la humildad si puede recibir un mensajero. Y entonces dice allí, versículo ocho, nueve, donde estamos, versículo diez, diciendo, ve, lávate siete veces en el Jordán. En inglés muchos evangelistas han predicado este texto de meterse siete veces en un río sucio. En inglés llamamos la idea de estambullirse a duck. Sambullirse en el agua es duck, under the water. Así que algunos lo denominen esto de una manera chistosa de seven ducks in a muddy river. Es una manera un poco engañosa de predicar su sermón que no me gusta, ¿verdad? pero siete zambullos, seven ducks, y así que uno piensa en patos en inglés, cuando dice duck, piensa no solo en zambullirse, pero en un pato, entonces como siete patos en un río, y van a la iglesia para escuchar de qué habla de patos, y ya no habla de patos, habla de duck en el agua, de zambullirse en el agua. Y de cualquier manera aquí encuentra, ve, lávese siete veces en el fordán, El cordón, según entiendo, ustedes tienen que pagarme un viaje extra alguna vez para ver si es la verdad, pero según entiendo verdad, el río no corre muy rápido siempre. Muchas veces está un poco barroso y sucio, especialmente en ciertas secciones. Y allí parece que era una sección un poco sucia. Y él dice, lávate en agua sucia. Recuerdo mis baños en los ríos de Haití. Y recuerdo mis baños en Mexicali con los canales de barro que están por allí. Digo, ¿de aquí vamos a salir limpios? Por lo menos con agua, pero no sé si con limpieza o no, ¿verdad? Pero el hecho es que allí uno tiene que humillarse a veces para bañarse donde Dios le manda para que Dios le pueda lavar. Y tu carne, dice el mesejero, se te restaurará y serás limpio. Nota aquí en el versículo 3, tenía una muchacha hablándole, pero era la palabra de Dios. Aquí encontramos que tenía que ir, dice versículo 3, la muchacha, si rogase al profeta. Allí era su primera prueba de humildad realmente. Tenía que rogar. Aquí es un general que va a mandar, no va a rogar. Pero Romanos 10.17, si invocares, si rogastes, al nombre del Señor serás salvo. Hay que ir a Dios como un mendigo, escuchar si sea la voz de una niña o de un ciervo, y hay que rogar a Dios por la salvación como un pecador, un leproso, uno que no merece nada. Y aquí en versículo 10, hay que lavarte. Eso es primero de Juan 1.7. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Es primero de Juan 1.9. Confiesa tu pecado y el Señor te perdonará y te limpiará de toda maldad, te cambiará. ¿Quieres ser limpio? Esa es la pregunta. Mi esposa habló con una señora hace poco y le dice, ¿Quieres ser limpio? Y no. Voy a dar excusas por mi pecado. No puedo ser salva. ¿Quieres ser limpio? Si vives juntos con una pareja y no estás casado, ¿quieres arreglar la cuenta y ser limpio? Si estás tomando, ¿quieres dejarlo, quieres ser limpio? Si tú estás viviendo en un trabajo que da muchas mentiras, te echan muchas mentiras, ¿Quieres dejar las mentiras aunque pierdas el trabajo? ¿Quieres ser limpio? El hecho es que tenía que querer ser limpio, escuchar la voz como hubiera venido, tenía que rogar como un mendigo, tenía que zambullirse en el agua que Dios dice para ser limpio, no en cualquier río sino en el río Jordán, y así con la salvación. Hay que creer en la sangre de Jesucristo para limpiarte, no en cualquier religión. No creer, no zambullirte en el budaísmo, no zambullirte en... ¡Ah, confusionismo! ¡No zambullirse en el Islam! ¡Hay que zambullirse con toda tu fe sólo en Jesucristo, que su sangre clavó por todo tu pecado, y sólo Cristo te limpia! Hay que zambullirse donde Dios te manda. La idea de zambullirse nos recuerda, ¿verdad?, un poco de bautismo. El bautismo no salva, solo Cristo salva, pero los que creen en Cristo están dispuestos a obedecer a Cristo y en gratitud ser bautizados después de creer en el Señor Jesús. Tendremos en un par de semanas una clase de bautismo a las 10 de la mañana que comenzamos y hay algunos que han creído en el Señor Jesús y por eso quieren ser bautizados. Hay otros que no quieren. lavarse en aguas del bautismo para mostrar que han sido salvados. El bautismo nos salva. El agua allí nos salvó. Jesús salva. Dios salva. Pero Él salva los que creen en Él y demuestran su fe por una vida santa, demuestran su fe por invocar al Señor, demuestran su fe por ser bautizado, invocar, vivir una buena vida, ser bautizado, ninguna cosa salva, sólo Cristo salva. Pero si Cristo te ha salvado, vas a tener gratitud y humillarte para dar testimonio a otros de que eres cristiano, para invocar al Señor, para bautizarse, para vivir una vida más cristiana. Es que son evidencias de que usted ha sido salvo y que usted es sincero. Pero él tenía que humillarse y rogar como un mendigo, escuchar niñas y siervos. Tenía ya que hacer la cosa tal como Dios dijo. Como nosotros tenemos que hacer como Dios dice, creer solo en Cristo y no en otra cosa. Tenía que hacerlo como Dios dijo y meterse en el agua, no tres veces, no cinco veces, sino siete veces. Y entonces, vamos a ver aquí en una cosa más, en versículo 13, cuando los criados le hablan, diciendo, si el profeta te pidiera hacer grandes cosas, ¿no lo haría? ¿Cuánto más si te dice, lávate y serás limpio? El plan de Dios es un plan lógico. que alguien tiene que pagar por pecado, Jesús vino, murió en la cruz, pagó por el pecado. Es lógico que Dios así es justo, pagando por el pecado, pero es amoroso en pagar por mi pecado y tu pecado, pecado de todo el mundo. Así puede ofrecer salvación que Él gana con su sufrimiento, es lógico que alguien tiene que hacerlo, pero es tan fácil que un niño lo puede hacer. Un niño no puede dejar su mamá y papá y ir siete veces a la iglesia, pero si el Señor dice, niño, ¿cree que Jesús le puede perdonar y salvar? Llama a Jesús, Jesús te salvará si te arrepientes. Un niño puede decir, lo siento que soy pecador. Señor, tú pagaste por mi pecado, perdóname, entra en mi vida, sálvame. Un niño pequeño puede ser salvo con el plan de Dios. El plan de Dios es lógico. El plan de Dios es sencillo. Cualquier niño hubiera podido bañarse en el río. Cualquier niño puede creer en el Señor Jesús. Pero los hombres queremos hacerlo complicado. O mejor tengo que hacer un viaje a Mezca de rodillas, o tengo que llevar, cargarme unas imágenes por las calles de Sevilla en la Semana Santa para hacer penitencia, o tengo que ir muchas veces a la iglesia, o tengo que dar mucho dinero a la iglesia, o tengo que, tengo que... Y haríamos grandes cosas! Viajaríamos por todo el mundo en un peregrinaje! Pero podemos humillarnos, y sólo rogar al Señor humildemente y soy pecador. Quiero ser cambiado. No puedo hacer nada. Cámbiame tú. Eso es lo que requiere el Señor. Eso es lo que pide el Señor para los que quieren ser salvos. ¡Deja de creerte! ¡Tienes que hacer grandes cosas! Y humillarte para hacer la única cosa que Dios dice. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Invoca el nombre del Señor y serás salvo para demostrar tu pena, Señor Jesús. Aquí si el profeta te mandara a hacer gran cosas, ¿no lo harías? Cuanto más se te dice, ¡límpiate! Pero pasamos por alto un poco aquí, arriba, en versículo 11, ¡Namán se fue enojado! Lo que pasa con orgullo, muchos han salido de esta iglesia enojados, Ese pastor dice que tengo que creer solo en Jesucristo, que mis buenas obras no me sirven, que yo soy religioso y mi religión no me sirve. Y se salen enojados porque quieren salvarse de su manera. Pero nota, es interesante el versículo 11. Fue enojado diciendo, he aquí yo decía para mí. Me hablé a mí mismo. Estuve pensando yo dentro de mí cómo ser salvo, cómo sería la cosa. Yo me dije a mí mismo, saldrá luego el profeta, no algún criado, mensajero, el profeta, y estando en pie, invocaría el nombre de Jehová su Dios, y yo tenía imaginado que alzaría su mano y tocaría el lugar y que sanaría la lepra. y ya me dice que vaya a un río para lavarme lo sucio? Eso no es como se hace la cosa. El hecho es que nosotros tenemos ideas de cómo Dios debe obrar. Y si Dios no obra como yo pienso, es que yo y el Señor voy a orar y dar mi diezmo, voy a ayunar, y mañana vas a pagar todos mis billes. y no llego el dinero. Dios está probando mi fe en vez de pagar mis billes. Dios está humillándome en vez de ayudarme como yo quiero ser ayudado. ¿Cuántos esperamos que Dios obra de tal manera y hasta casi demandamos que Dios haga de esta manera y yo le voy a seguir de mi manera, pero tengo que humillarme? Recuerde esto. Dios es un Dios de sorpresas. Dios obra de maneras sorprendentes que menos pensamos. Muchas veces en mi vida he orado, he llenado, he visto a Dios obrar de cierta manera para proveer dinero, poner dinero, que yo no esperaba una noche 500 dólares en el buzón de mi casa, un domingo por la noche. Alguien metió 500 dólares en una noche que yo no tenía para la renta, no tenía para comida, y Dios hizo un milagro. Yo le digo la verdad, por cuatro años después miré el buzón cada domingo por la noche, ¿verdad? ¿Va a repetir, Señor? ¿Va a repetir? ¿Sabe? Ya han pasado casi 20 años y nunca repitió Dios de obra de esta manera. A veces he orado y me salí sanado de alguna enfermedad. Otras veces he dicho, Señor, ya solo tengo que orar y mañana voy a estar sano, Señor. Y mañana tuve la misma enfermedad peor. y no sólo mañana, pero por varias semanas y varios años a veces. El Señor, entonces, trabajó, a lo mejor con una medicina, a veces con sólo trabajar, a veces con una dieta, yo no sé cómo, ¿verdad? Pero Dios es un Dios de sorpresas, que no trabaja como esperamos. Muchas veces, yo recuerdo hace años, tuve un poco de dificultad con un hijo, y lloré, y le hablé, y pensé, Dios va a obrar para cambiar su corazón de esta manera, de otra manera, de otra manera, y Dios no usó nada. Y un día, de una manera extraña, es que tenía una novia, este muchacho, verdad, hace como 15 años, yo no sé cuánto tiempo, mucho tiempo, Y entonces tenía una novia que no era nada cristiana, y yo dije, Señor, ¿qué vamos a hacer para convencerle a separarse de ella? Y de alguna manera en la oración el Señor guió a los padres inconversos de ella Nunca les conocimos, pero los padres de ella le dijeron, tú no debes tener novio a este muchacho. No es uno bueno para usted. Y ella dejó mi hijo en aquel tiempo. ¡Nunca les conocí! ¡Nunca sabía nada! Pero Dios obró de una manera sorprendente. Sigue la palabra de Dios y deja a Dios obrar como Dios quería obrar. Y a veces, si no te sana, si no te paga los biles, Dios lo va a hacer de su manera para fortalecer tu fe y afirmar tu fe para su gloria. Pero en especial con la salvación. No imaginas tú. Tengo que ir a la iglesia unos 142 veces, y tengo que dar un diezmo por unos dos años, y entonces Dios me va a salvar. Tú no vas a planear cómo ser salvo. Hay que leer la Biblia y la palabra de Dios y mirar el plan sorprendente de Dios. Y Dios te va a sorprender cuando Él dice, no tienes que hacer nada. Déjame a mí hacerlo. Confía en mí. Invócame, yo lo haré. Yo pagué por tu pecado. Tienes que ir de la manera que Dios obra, porque su plan es un plan sencillo para usted, difícil para Él, porque tu salvación cuesta muerte y sangre. Pero no tu sangre, sino la sangre de Jesucristo. Y para ti, solo hace falta arrepentimiento y fe en el Señor Jesús. Pero aquí tienes que el plan de Dios siempre es eficaz, porque en el versículo 14, donde descendió, se estambuló siete veces en Jordán, ¿Y qué dice en el centro del versículo catorce? Conforme a la palabra del Varón de Dios que Dios le había dado. Conforme a la palabra que el Varón de Dios habló acerca de lo que Dios quería. Mira, uno que tiene el APRA puede ir esta noche y decir, allí es secreto, siete veces voy a Río Jordán, voy a comprar un boleto esta noche, voy a ir a Israel, no sería mala idea, ¿verdad? Bonita tierra según entiendo. No sé si esta noche, ya hay un gran conflicto esta noche, y orar por Israel, lee las noticias, verás. Pero de hecho es que allí voy a comprar un boleto, voy a Zambuierme siete veces en el río Jordán, y seré sano, porque sí pasó con Nahamán. Y no. Si Dios no lo manda, si no es la manera de Dios para usted, nada va a pasar. Cuando comenzó esta iglesia, no teníamos nadie para comenzar. Ninguno aquí estaba en el primer servicio. Segundo, la familia Cimental regresó de votaciones, y allí oficialmente comenzamos la iglesia en septiembre del primer año. Luego dije, ¿cómo vamos a alcanzar gente? Tocamos puertas, y en todas las centenares de puertas creo que una familia llegó, pero una familia llegó. Pusimos un anuncio en el periódico, de los millones que leyeron el anuncio, Una persona llegó a la iglesia por la anuncia en el periódico. Pusimos una anuncia en el directorio de teléfonos. No muchos, pero una persona llegó del directorio de teléfonos. Pusimos carteles en diferentes lugares del pueblo. De los millones que miraron los carteles, una persona llegó. Parece que Dios no quería repetir ninguna manera, pero quería usar diferentes maneras para mostrar que Él está en control para levantar a esta iglesia. Hermanos, hay que ser salvos conforme a la palabra de Dios, que es lo mismo para todos, pero hay que entonces esperar que Dios te conteste las oraciones, pero de su manera. como Él quiere y cuando Él quiere, de la manera que Él quiere, conforme a la palabra de Dios. Así que si él tiene lepra, a lo mejor Dios se va a sanar. Pero será como cuando el Dr. Dreisbach, que estaba aquí y era médico de lepra, y pudo reconstruir toda una mano de una persona, y le tenía que cortar la lepra del cuerpo, reconstruirlo, y a veces era por medio... Mira, Yo tenía una mano malo de tendinitis, me pusieron varias inyecciones, y después de una inyección y un medio Jase, un plástico allí, finalmente Dios me sanó. No trabajó eso para la hermana Hades. Ella tenía que operarse la mano, pero Dios lo usó para sanarla. Cuando hermano Héctor, que estuvo en nuestra iglesia antes, tenía la misma cosa, hacía falta dos o tres operaciones, la misma mano, para sanarle a él. Hay otros que solamente van trabajando, trabajando, ninguna píldora, ninguna operación, ninguna inyección, y ya son sanados. No puedes hacer de tu manera y esperar que sólo porque otro tenía ese remedio de esta manera, que tú lo mismo. Hay que seguir lo que Dios le guía a usted a hacer, y confiar que Dios es un Dios de sorpresas, que va a hacer su voluntad a su tiempo para su honra y gloria. Pero eso entonces, muestra entonces el versículo 15, volvió el varón, bueno, versículo 14, entonces descendió, se embullió siete veces en el cordón conforme la palabra del varón de Dios. Supongo que una vez, ¡Eso no trabaja! ¡Vamos! Y los amigos, ¡no! han dicho siete veces, ok, dos veces, sucio, tres veces, peproso, cuatro, cinco, ¡ya nos vamos de aquí! Seis veces, ¡no funcione esto, ya no me voy más! Una vez más, siete veces, dijo el profeta, Hay muchos que creerán que irán al cielo por su manera, pero si no van, como Dios dice, por la Palabra de Dios, creer en el Señor Jesús, no irán. Igual como un amante tenía que cumplir con toda la Palabra de Dios para siete veces para la sanidad de su lepra, Y él entonces, versículo 15, volvió al varón de Dios y toda su compañía se puso delante de él y dijo, ¡He aquí, ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra sino en Israel! ¡Te ruego que recibas algún presente de tu siervo! A lo mejor en gratitud quería dar un presente. A lo mejor en seguridad de que no volvería la lepra. Y para seguridad, ¿verdad? Quería dar presente. Yo no sé. Pero parece que si el profeta hubiera recibido su presente del oro y la plata y cambios de ropa, que Naaman hubiera pensado, es porque traje los presentes y compré de Dios la sanidad. Por eso el profeta dijo, no, yo quiero que tú reconoces lo que dije al principio, ya leímos que todos son pecadores y dije que volvería a Romanos 3, 24, donde dicen Romanos 3, 24, siendo justificados gratuitamente, gratuitamente, gratuitamente, gratis, por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, conforme la propiciación Padre de Cristo. Aquí tenemos que el Señor quería que Eliseo demostrara que la salvación es gratuita, gratis. Y si hubiera recibido algo de propieta, a lo mejor na' man hubiera pensado, ya, lo hizo para una paga, ¿verdad? Así son los cristianos, sólo quieren una paga de cosas. Hermanos, tenemos que reconocer que Él quería mostrar que la salvación es gratis, y entonces versículo diecisiete Y dice Namaan dijo, te ruego, de esta tierra no cederá a tu siervo la carga de un par de mulas. Pero hemos pasado por alto una cosa en el versículo anterior. Él dijo, no hay otro Dios, sino Dios Israel. En versículo 16, no, versículo pensaba que aceptaba, o que en versículo 17 seguimos, dice, entonces Naman dijo, te ruego pues, de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas, porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová. Fue sincero Naman, fue salvo de verdad. Sigue leyendo. En esto perdone Jehová tu siervo, que cuando mi Señor el Rey entrar en el templo del ídolo Rimón, para adorar en él, y se apoyare sobre mi brazo el Rey de Siria, y yo tengo que ir al templo, yo también me inclinare al templo de Rimón. Cuando haga tal, Jehová perdone en esto a tu siervo. Ya sabe que va a ser difícil ser cristiano, creyente por lo menos. Ya sabe que si es cristiano, creyente, no debe adorar en los templos de ídolos. Sabe que hay un solo Dios. Dios quiere que namán esté salvo. Pero que sepa una cosa, hay muchos sanados físicamente que no llegan a ser salvos espiritualmente No voy a debatir si Naaman es salvo o no es salvo, no tengo ninguna idea, les digo sinceramente. Pero yo veo que Eliseo no quería que él pensara que ya era salvo, ya puede dar gracias a Dios por sus ofrendas, porque a lo mejor, a lo mejor no. Y quería recordarle una vez más. No, recuerde esto. La salvación es gratis. Hay personas que vienen a la iglesia. Pastor, quiero ser salvo. Puedo ser salvo y todavía seguir viviendo con una persona como pareja sin casarme con la persona, ¿verdad? No importa. Tú sabes que tengo que hacer eso. Tú sabes que tengo que seguir un poco con mis drogas, con mi alcohol, con mis vicios mundanos, pero todavía puedo ser cristiano, ¿verdad? Dios me va a perdonar, ¿verdad? ¿Es salvo? ¿No es salvo? Una cosa yo sé. No soy juez. No soy juez. Yo no sé si Dios salvó o no. Pero yo sé una cosa, Dios sabe si la amante tenía fe sincera o no. Dios sabe si era salvo o no, y lo voy a dejar a Dios. Pero la Biblia creo que nos deja con esta interrogación, con esta pregunta para que examinásemos nosotros mismos. Porque siempre tendrás dudas de tu propia salvación si no quieres dejar el pecado, bautizarte, ser fiel a Dios en la casa de Dios, en testificar, en orar, en todo lo que Dios le guía para hacer. Siempre tendrás dudas de su salvación, como nos deja un poco con dudas acerca de mi amor. Con los niños, siempre les pintamos, miren, Amán es salvo porque es su símbolo de salvación de siete veces en el agua, pero es delizante que la Biblia no nos da tanta certeza. Por eso, cuando vienen personas para decir, Pastor, quiero ser bautizado, pero no quiero dejar mi pecado, a lo mejor es salvo la persona. Pero a lo mejor tiene que dejar algo para demostrar su fe, porque cuando venimos pariseos o cuando bautizan, Mateo 3 dice, demuestra frutos de arrepentimiento, ya puedes bautizarte. Pero no quiero dar testimonio que tú eres salvo si estás guardando algún pecado que no quieres dejar al Señor. Hay muchos que Dios le ha hecho grandes cosas. Y dicen romanos 2.4 que las benignidades de Dios deben guiarnos al arrepentimiento. Debemos sentir tan agradecidos que queremos arrepentirnos y creer en Jesús. Pero hay veces que recibimos favores, sanidades, milagros, y todavía no queremos dejar pecados que tenemos que estar dispuestos a dejar. para recibir a Cristo. Sabemos que Cristo es el único camino. Nada más supo que Dios Jehová es el único Dios. Pero no quería dejar de adorar a los dioses y por eso Eliseo no quería darle la seguridad, no aceptar una ofrenda de gratitud y darle de creer que era salvo si no era salvo. Pero no te como un cristiano si es cristiano, y Dios sabe. Desobediente, versículos 20 al 23, él estar su, perdone, versículo 20, entonces, jesí, su criado, del varón de Dios, corre tras namán. Dice, esa ropa que tienes, ah, me da una mentira. Acaban de llegar unos profetas y mi señor quiere esa ropa y quiere dinero para los profetas. Oh, toma, toma doble aquí dice versículo 23. Toma doble el dinero y doble el ropaje. Pero entonces ya estropeó todo lo que Eliseo quería hacer, el simbolismo de que la salvación es sin regalos, sin pago, sin precios, sólo por fe en el Señor Jesús. Y le hizo pensar a cristianos, ya lo sabía, cristianos, sólo están en la cosa para dinero, ya lo sabía. Y así que estropea la cosa para Naamán. Y así, cuando uno tiene el pecado del mundo, se infecta del pecado del mundo. Versículo 26, donde dijo Eliseo cuando él regresó, el siervo regresó con mentiras. Oh, yo solo estuve por allí, no hice nada malo. Y el profeta Eliseo dice, no estaba tan bien allí mi corazón cuando el hombre volvió a correr al carro a recibirte. Dios me lo reveló. el tiempo de tomar plata y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, ciervos y siervas. Así, cristianos servimos sólo para ganar cosas para nosotros y confundir a la gente así, pensando que somos para el dinero. Por tanto, la lepra de Nahman Como ya tienes tu lepra de egoísmo, de tacañosidad, de querer dinero, que Naaman siempre ha tenido, el pecado que se te ha pegado ya, va a pegarte el símbolo también, y se te pegará a ti la lepra de Naaman, y para tu descendencia, si tienes hijos, para siempre, van a salir leprosos, y salió delante del leproso blanco como la nieve, nota. Cristianos, La lepre del mundo puede pegarse en nosotros, siervos de Dios. Tú y yo podemos estar tentados a la mundanalidad, a envidias, a deseos por riquezas y comodidades en la tierra. Yo temo que muchos que han salido de México, Chile, España, Han venido aquí a los Estados Unidos y la lepra nos ha pegado de comodidad, de tranquilidad, de lujuria, de codicia, de querer las cosas cómodas, el bienestar de esta tierra. Hermanos, que el Señor nos guarde de la lepra que tiene el mundo cuando testificamos al mundo. Es posible hasta entrar en la casa de un rico para testificar a rico, pero contagiarse de los placeres de rico y querer una casa como de rico. La lepra nos puede pegar. ¿Eres salvo? ¿Has sido salvo conforme a la palabra de Dios? ¿Y estás sirviendo al Señor conforme a la palabra de Dios? Dios quiere usarnos grandemente como Eliseo, pero tenemos que alejarnos de la codicia del siervo de Eliseo. Tenemos que ser humildes para escuchar la voz de Dios de donde viene. Tenemos que dejar a Dios guiarnos y obrar para proveer conforme Su voluntad. y saber si hacemos la voluntad de Dios de corazón, Él va a protegernos del potaje venenoso, va a proveernos hasta un poco de pan, pero será suficiente, y va a darnos poder como de liceo para ganar otros almas al Señor si les hablamos bíblicamente la palabra de Dios sin, como dicen judas, sin contaminarnos con su carne. y las cosas carnales de donde salen los pecadores. Que el Señor nos guarde y nos haga útiles como cristianos. De pie para orar.
Naaman y el Profeta de Dios - 2 Reyes 5
Serie Historias - Antiguo Testamento
La historia de Naaman y Eliseo es una historia tanto para creyentes que quieran servir a Dios, como para pecadores que quieren un remedio para su "lepra" de pecado y las dificultades de la vida.
Dios protege, provee y apodera a sus profetas para servirle. Dios usa a profetas como Eliseo para demostrar su poder y misericordia con grandes y pequeños, pues todos son pecadores iguales. Dios puede usar a una niña perdonadora pero los siervos envidiosos como Giezi se contagian de la lepra del mundo.
La sanidad de la lepra de Naamán no significa que Naamán fue salvo, pero nos convence a todos a examinar nuestros corazones para ver si "la benignidad de Dios que guia al arrepentimiento" (Romanos 2:4) nos ha llevado a la gracia de salvación.
Predigt-ID | 928101424182 |
Dauer | 1:07:49 |
Datum | |
Kategorie | Sonntag Abend |
Bibeltext | 2. Könige 5 |
Sprache | Spanisch |
Unterlagen
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